Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



martes, septiembre 02, 2008

Su razón, el crimen

Un taxi con 90 kilos de explosivos estalló en la madrugada de ayer lunes, en una céntrica calle de la ciudad de Cali. Colombia llora hoy otra represalia de las FARC por los golpes legítimos que han recibido en lo que va de año.
Los narco guerrilleros acuñan su condición de terroristas. Negados al diálogo, a la confrontación de ideas y a la democracia, asumen la rabia intolerante propia de las izquierdas extremistas latinoamericanas, matando inocentes y sembrando el terror aprendido de sus ilustres apellidos, Castro, Stalin, Mao.
Por el ajusticiamiento de Raúl Reyes, ahora le entregan a Colombia la muerte de tres indigentes que dormían en la zona atacada y de una mujer que transitaba por el lugar. Otros 26 civiles resultaron heridos. La gente se debate entre la rabia y el dolor. Esa es la promesa patriótica de las FARC, la reincidencia de su conducta histórica impuesta a tiros, bombas y masacres.
La columna ‘Manuel Cepeda Vargas'' de las FARC, liderada por Carlos Hernán Zapata, alias "Narices'', realizó el atentado, que tenía como objetivo el Palacio de Justicia de Cali donde se procesan importantes casos judiciales contra delincuentes comunes, paramilitares, guerrilleros y narcotraficantes.En abril del 2007, las FARC destruyó la sede del Comando de la Policía Metropolitana de Cali con un carro bomba que dejó un saldo de un policía muerto y 21 heridos graves; en febrero de 2008, cometieron un atentado de grandes proporciones en Buenaventura, principal puerto marítimo sobre el Pacífico, que dejó un muerto y ocho heridos; el pasado mes de marzo, el grupo terrorista cometió seis atentados dinamiteros de mediano poder en la ciudad de Bogotá.
Es el consuelo de los cobardes que aplauden presidentes suramericanos de complicidad criminal y testaferros a lo largo del continente, como el conde frustrado que padecemos en República Dominicana.

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