Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



lunes, mayo 25, 2009

Dos cosas que Amparo Arango Echeverri olvidó decir

Hoy recibí un email en el que me referían el artículo de Amparo Arango Echeverri, Coordinadora de la Unidad Técnica de Apoyo a la Comisión Nacional para la Sociedad de la Información (CNSIC), donde advierte que “desde hace unos días los usuarios cubanos de MSN (hoy Windows Live Messenger) no pueden conectarse al servicio”.
Más adelante, en su trabajo, Arango Echeverri agrega que “luego de buscar un poco de información hemos dado con la desagradable noticia: Microsoft ha bloqueado el acceso a usuarios de todos los países embargados por Estados Unidos. Además de Cuba, también Siria, Irán, Sudán y Corea del Norte quedan excluidos o bloqueados de Windows Live Messenger!”.
A propósito de este trabajo publicado por la funcionaria del gobierno dominicano, le envié una respuesta por email que reproduzco ahora en La Vega de los Ruisánchez, dada la realidad de que el bloqueo a MSN en Cuba no responde exactamente al criterio de la funciuonaria, sino que otras graves y penosas razones han mantenido el acceso a Internet vedado para el ciudadano cubano.
“Estimada señora Amparo:
Me preocupa la información, que comparto con usted, de que se elimine el acceso a MSN a cinco países por disposición de Microsoft. Y abogo, como usted, por el uso libre y sin ataduras, del espacio cibernético y la comunicación global en la red.
Pero quiero informarle, y lo hago de modo contributivo, que Cuba, uno de esos 5 países, es la nación del hemisferio con menos acceso a Intenet, por debajo de Haití. Que el gobierno cubano vigila y persigue a quienes se cuelgan a la red impidiéndole a los cubanos su acceso a la informacion libre y la comunicación con sus amigos y familiares en el extranjero. Que el regimen de La Habana acaba de dictar una ley que prohibe a los cubanos pagar por una conexión en los cibercafés de los hoteles, porque eso ha sido dictado como privilegio sólo para visitantes extranjeros y diplomáticos y empresarios de otros países.
Entre las medidas liberadas recientemente por el presidente de EEUU, Barack Obama, con respecto a Cuba, está el ofrecimiento para darle acceso libre a Internet a la isla, pero el gobierno cubano no ha respondido porque lo que no quiere es que el Internet y la mensajería electrónica esté al alcance de sus ciudadanos.
Son realidades que pongo en sus manos, fácilmente comprobables, y que argumentan que el problema en Cuba no es el mismo que el resto de esas naciones que Microsoft apagó de sus servidores.
Sin más, le saludo afectuosamente,
Luis G. Ruisánchez”

martes, mayo 19, 2009

Porque Angel Santiesteban fue golpeado ayer en las calles de La Habana

Primero fue amenazado verbalmente, un interrogatorio arbitrario y aterrador en la sede de la policía política cubana y, apenas ayer, una agresión coordinada en medio de las calles de La Habana, una cuchilla, un trozo de tubo, improperios y la acción acostumbrada de producir el altercado para que de los autos Ladas, se bajen más agresores, policías disfrazados de civiles, que golpean impunemente.
No es nuevo. Llevamos 50 años de esas experiencias. Es la conducta acostumbrada de la militancia de ese socialismo cubano, fidelista por demás, que ordena atropellos a diestra y siniestra, sobre todo a siniestra, sin ley ni orden. Son los dictados de la intolerancia dictatorial, quienes ayer le dieron el turno al escritor Angel Santisteban, que ahora se recupera de cuchilladas, golpizas y una fractura del brazo.
Apenas lo conozco. Angel y yo coincidimos en Santo Domingo hace un año a través de un amigo común. Es crítico, talentoso y me resultó de ideas propias y verticales. Lo que es una virtud humana, en Cuba se convierte en un pecado político.
Tiene un blog en Encuentro en la Red, algunas declaraciones de fuerte sentido crítico y una literatura cuestionante. Otra vez, lo que realza la virtud intelectual en la historia literaria del mundo, es, en la Cuba fidelista, otro pecado político que castigar.
Acodados con los esbirros que lo golpearon, otros dos o tres pequeños escritores cubanos venden su voz a la dictadura de La Habana denostando a Angel. Pero los brazos del tirano cruzan el mar para repetirse en los ataques que Angel ya recibe en suelo dominicano. Una poeta dominicana con acento argentino, dedicada a servirle al horror de los Castro, se sumó al coro de los esbirros en su ya acostumbrado periplo servil a la dictadura.
Me avergüenzan estas historias y sus secuaces.
Por eso lo reseño en mi blog, para que los amigos que me leen lo sepan y si se cuelga otro más, también tenga la certeza de que en mi país, una tiranía cruel avasalla el talento, la libertad y el decoro de sus gente, apoyados en la impunidad del poder y la colaboración de esos indignos, poetas o no, del resto del mundo que aplauden la imposición de la intolerancia y del terror.

domingo, mayo 17, 2009

Me han dicho que Benedetti acaba de morir

Mario Bennedeti no fue un narrador, ni un poeta, ni un ensayista, ni un dramaturgo, Benedetti fue todo eso y sobre todo, un modo especial de darle la cara a la vida, con la misma pasión de la adolescencia hasta los 88 años, la edad que tenía hoy, cuando murió.
Fue inconfundible. Sus guiones se le identificaban sin timidez, sus libros eran todos benedettis. Era su manera de no temerle al snob latinoamericano que acuñó desde los años de la década del 60, cuando lo vi por vez primera en un Sábado del Libro de la calle Obispo, en La Habana. Después lo vi muchas veces. Frecuentaba aquella Habana de sus buenos tiempos donde había encontrado un fervor inmenso que después se explayó por toda hispanoamérica como un vicio feliz y a veces, mortal.
Nuca fui su admirador empedernido, porque siempre hubo dos modos de asumirlo, como yo, distante, previendo fisuras de apariencias empeñadas en colorear su literatura, o delirantemente apasionado, como muchos que mantienen vigente aquella adolescencia pasada o que la revitalizan en el ocaso de sus vidas, releyendo Montevideanos o Gracias por el fuego o La Tregua como si los años no hubieran pasado.
Creo que Mario Benedetti marcó una época y logró trascenderla, no fue a pesar mío, pero tampoco con mi colaboración, al fin y al cabo yo no existo en la enorme existencia de Mario Benedetti, 88 años haciendo feliz a muchos, entregándoles un mundo ilusionado con el amor y la poética, en el equilibrio justo ente la grandeza y la farsa.
Por eso le rindo culto a Benedetti cuando acabo de enterarme de su muerte, y lo recuerdo hablando bajito, sonriente y amable con todos, un poco gacho de hombros, su bigote feliz y su cara de uruguayo, ni argentino ni brasileño, uruguayo, precisamente como fue.