Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



martes, febrero 08, 2011

Bilbao y López Levy en CNN: La dudosa comunión

Cada vez me convenzo más del divorcio entre la percepción y la realidad que provoca la distancia. No porque lo vea desde la óptica ajena, sino porque yo mismo, 15 años después, he perdido ciertas perspectivas sobre Cuba.
Eso le pasó a Tomás Bilbao, del Grupo de Estudios Cubanos, y a Arturo López Levy, de la Universidad de Denver, que fueron los invitados ayer (7 de febrero) al programa EEUU Directo, que transmite CNN en Español desde sus estudios en Washington.
Para ellos, el “intercambio cultural”, las modificaciones de la política de EEUU sobre Cuba que ha dictado en los últimos tiempos Barack Obama, y el complicado manejo del caso Alan Gross son tema que, bajo sus análisis, constituyen una política acertada.
No lo dudo. El problema está en la lejanía, repito, en la percepción tras décadas de distanciamiento y una fundamentación acodada en opiniones ajenas.
Afirmar que la excarcelación de lo presos de conciencia de la primavera negra es un gesto de conciliación y apertura del gobierno de Cuba, o que los movimiento económicos anunciados por La Habana constituyen una disposición explícita al cambio,  me parece que son aseveraciones demasiado riesgosas, sobre todo porque dan la idea de que a Bilbao y López Levy les ha faltado justamente lo que se presume al ser invitados por CNN: agudeza crítica.
Sus opiniones las interpreté como tendentes ha ofrecer un paisaje optimista de la política cubana de hoy y una solución para el saneamiento de las relaciones entre EEUU y Cuba bajo la responsabilidad unilateral de Washington.
Y ese es, en mi opinión, el inmenso error, no asumir la responsabilidad compartida, igualitaria y desde las dos orillas. A no ser que Bilbao y López Levy entiendan que los tibios movimientos de Raúl Castro son indicadores de confianza que meritan una respuesta enérgica de EEUU, reeditando el error que siempre he creído, el de tratar de quitar la paja del ojo ajeno antes que del nuestro cuando, en verdad, como cubanos, las exigencias y los cambios tenemos, en primer lugar, que exigírselos a Cuba por su responsabilidad total, única y directa con la dignidad y la vida de un pueblo y no a una potencia vecina que puede y debe aplicar su política exterior como le de su gana. Lo otro es dependencia y subordinación.
Pero el problema vuelve a ser la distancia, el divorcio de una realidad nacional que se ha desvanecido con los pensamientos y la acepción de criterio importados.
Cuando el Grupo de Estudios Cubanos empujó su punto de vista sobre el peso y la responsabilidad de la microempresa en Cuba como motor posible para un cambio, lo creí muy acertado. Pero el éxito de la cordura no debe implicar aventurarse a una suerte de “revisionismo” a ultranzas.
Y eso me pareció del programa de CNN en Español, que le faltó la posición disidente que nos brindara a los televidente un paisaje completo y democrático, más allá de la rima consonante con que versaron estos dos invitados.

lunes, febrero 07, 2011

El Internet acosa a la dictadura cubana

Acabo de ver con sorpresa, un video colgado en la web por Café Fuerte, sobre la conferencia que ofreciera un agente de la inteligencia cubana a los oficiales de su entidad, en relación con el tema de los blogueros, el uso de internet, etc. y el peligro que representa para Cuba la “nueva arma del enemigo” que son las redes sociales.
Lo que me ha sorprendido no es la paranoia manipuladora de la inteligencia cubana, porque llevo 52 años conociéndola. Ni el lenguaje guerrerista lleno de  epítetos y calificaciones hostiles. Ni la propiedad con que ha aprendido a mentir. Lo impresionante es la ignorancia, la distancia abismal entre el supuesto “especialista” cubano y la acepción universal de las redes sociales.
Es penoso que la alta oficialidad de la inteligencia de Cuba tenga que reunirse a finales del 2010 a escuchar un discurso manipulador que acomoda la percepción del Internet y las redes sociales porque ninguno de ellos, generales que ganan sus grados en acciones dudosas como las competencias de comer chicharrones, tiene la menor idea sobre el tema y hay que explicarles elementalmente cómo funciona twitter, Facebook o qué es You Tube, porque jamás, en sus viles existencias, le han puesto una mano al mouse.
Otro elemento de vergüenza extrema es ese power-point que usa el conferencista, propio del los tiempos del MS-Dos. Primario, obsoleto y aburrido.
Tengo una percepción. Enclaustrados en su espiral descendente, cerrados al mundo y cortándole las manos a cualquier atisbo de libertad, la tiranía cubana esta frente a un oponente superior que se les cuela por debajo de las puertas, en silencio e invisible, imposible de fusilar, su más viejo y amado hobby.
El Internet y las redes sociales que convocaron a los colombianos contra los crímenes de las FARC y que ahora sublevan a los egipcios es el monstruo de mil cabezas contra el cuál no sabe qué hacer. Y no basta un power-point ridículo, una discurso de sandeces y un sabio conferencista que hierra con tanta facilidad.