Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



miércoles, febrero 18, 2009

Obama derriba el muro con Cuba, pero lo levanta en La Habana

He recibido por email el artículo de Lissette Bustamante, “Obama derriba muro con Cuba”, que me han enviado amigos con un júbilo que se traduce en el mensaje.
Patética la irresponsabilidad con que actúa Obama en lo referente a Cuba. Peor aún la presumida rapidez sin detenerse a pensar en 50 años de arrastres históricos. A mi, personalmente, no me interesa nada ese discurso ni es motivo de festejo. Mi primera y real preocupación, como cubano, es lo que el gobierno de Cuba haga y vaya a hacer. Mi problema sigue siendo Cuba, no los EEUU. El muro en Cuba, el cambio en Cuba y las exigencias a la actitud en Cuba, que es mi país.
El embargo, las restricciones a viajes, etc, sólo me preocupan en su justa medida, más embargo tenemos dentro de Cuba y muchísimas más restricciones a los viajes a donde sea.
En definitivas, lo peor es ver ese anuncio peligroso de que Washington va a seguir la tendencia de la UE respecto de Cuba, es lo peor que nos podía pasar. Languidecer en el olvido, el desinterés y la cuota de complicidad que ello implica.
El párrafo que dice, "La apertura de los viajes de estadounidenses significaría toda una bomba de relojería para el engranaje de los Castro”, es una burla ofensiva, ¿de qué relojería habla? ¿la de 50 años más? Y continúa, “Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que entre 3 y 3,5 millones de estadounidenses visitarían anualmente Cuba. La entrada masiva de dólares, según muchos analistas, podría ser el principio del fin del régimen comunista", ¿qué analista serio dice eso? Es el mayor disparate posible, que sólo puede salir de quienes están muy lejanos de la realidad cubana o de quienes la han olvidado o de quienes ya no les interesa seguir nadando contra la corriente.
No pretendo ir a pavonearme por las calles de La Habana, ni tampoco la nostalgia me ataca irresponsablemente. Es mi cuota de exiliado y pago por ella. Quien lo haga, feliz, y quien lo haga 100 veces al año, mejor. Va por ellos. Pero yo no me alisto en esa jugada.
Ni me alisto para brindar por la pretensión irresponsable del gobierno de Obama, un golpe rápido de politiquería infeliz. Ese no es mi asunto, sino todo lo contrario. Bien lo dice la periodista, “Obama no pierde tiempo. Quizá por eso, Cuba ha dejado de ser un tabú para el Tío Sam”. ¿Un tabú?, ¿50 años de dictadura son acaso un tabú para Obama y sus cómplices? “La situación nunca había sido tan favorable como ahora. Los demócratas controlan ambas cámaras”, cita la periodista con evidente optimismo. ¿Favorable para quién? Deberíamos preguntárnoslo en serio.
El mismo artículo refiere que Philip Peters, subdirector del Instituto Lexington de Virginia y asesor de asuntos cubanos, asegura que “el presidente norteamericano presionará a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) para que modere su postura”, que “la programación de la disidente Radio y Televisión Martí se someterá a revisión" y que “Obama podría devolver a los cinco espías cubanos presos en Estados Unidos”.
¿Algunos de quienes se vanaglorian de todo eso han reflexionado seriamente sobre este contexto anunciado? ¿Lo han hecho desde el confort climatizado del sofá de sus casas, frente a un plasma de 50 pulgadas, Internet de banda ancha, whisky on the rock, tapas de jamón prochuto y la preocupación por los préstamos bancarios para cambiar el auto por uno nuevo? ¿No los ha dejado reflexionar solidariamente, sobre esa veloz acción de Washington, la duda por la hora de su próximo boleto de avión para irse a vacacionar? ¿el costo de la parábola de televisión? ¿el forum sobre derechos humanos, libertad de expresión, democracia y todos esos artilugios “literarios” al que asistirán en Europa?
No quiero atarme la lengua cuando hablamos entre cubanos, me asiste el derecho de estos 50 años y le rindo culto a la opinión sin ataduras.

martes, febrero 17, 2009

Una orden para dictadores

Los guatemaltecos tienen una orden nacional honorífica que, tras su prestigioso origen ha tenido que cargar con una penosa historia.
La realidad ha hecho que la Orden del Quetzal, en grado de Gran Collar, que otorga el Estado y Gobierno de esa nación, y que fue concebida con todo el honor y el decoro posibles, sus torpes gobiernos y sus incapaces gobernantes la han convertido en una exaltación a la miseria humana colocándola en cuellos despreciables.
La famosa orden guatemalteca la han recibido el italiano Benito Mussolini, el paraguayo Alfredo Stroessner, el chileno Augusto Pinochet y el argentino Jorge Videla. Curiosa galería a la que se sumó este lunes, nada menos que Fidel Castro, la quinta pata de esa mesa del horror.
Pocas ordenes nacionales pueden exhibir una lita de condecorados de semejante connotacion.
Lo peor es que Alvaro Colom, el actual presidente de Guatemala, viajó a La Habana por dos días a pesar de las críticas internas y la renuncia de casi todos a acompañarlo, con la idea de entregarle la Orden a Fidel. Era como su pase hasta la cama del cadáver. Pero ni modo. No lo dejaron llegar y este gris, inepto y tonto presidente se quedó con las ganas poniendo la orden de Fidel en las manos de Raúl Castro y una foto sonriente, de ambos, antes de regresar a Guatemala.
Colom siguió los pasos de los 7 presidentes latinoamericanos que han viajado en los últimos meses a La Habana. Es el ensayo general antes de la función definitiva del funeral.

lunes, febrero 16, 2009

Bachelet: “Se hizo pupú fuera del cajón”

Los dominicanos tienen una frase gráfica: “Se hizo pupú fuera del cajón”. La delicadeza con que está dicha le resta esa connotación fuerte que pudiera tener su similar “a lo cubano”. Por eso me atrevo a usarla públicamente y, sobre todo, porque pocos modos hay en la lengua para definir con tanta exactitud, el viaje de Michel Bachelet, la presidenta de Chile, a Cuba.
La olvidadiza premier, una mujer que heredó un país en alza y lo ha ido conservando a pesar de su liderazgo, tiene una memoria deprimida. Primero olvidó que una dictadura feroz (aunque con menos muertos y menos años que la cubana) mató a su padre; luego, que ella misma fue víctima de la represión y, finalmente, se olvidó cómo debía actuar y medir sus pasos cuando se prevén cosas así. Lo digo por aquel altercado en la Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, cuando no tuvo valor, inteligencia ni carácter para hacer callar al presidente Hugo Chávez y el mismo Rey de España se ocupó de hacerlo.
La conocía en Santo Domingo, es un pequeña mujer (lo digo por la estatura) a la que saludé y con quien intercambié unas cuantas palabras. Fue cortés, agradable, cordial. Incluso me simpatizó, a pesar de sus desaciertos cuando las revueltas estudiantiles por las disposiciones sobre el transporte público, en su país.
Su anunciado viaje a La Habana se convirtió en una fuente de fuertes críticas en Chile. Su negativa a recibir a miembros de la oposición interna cubana, una cobardía elemental. Ya lo había hecho así la Kitchner, presidenta argentina, pero ese personaje de poca monta, con afán de maniquí, hueca, no cuenta en una reflexión seria.
La Bachelet fue a La Habana a mostrar su curiosidad frente a Fidel Castro, en lo que, como dice un amigo, parece como un desfile funeral, porque resulta que ahora, uno tras otro, todos los presidentes latinoamericanos desfilan frente el ataúd del rey muerto. ¿Cuál es la morbosa insistencia por verlo? ¿Necrofilia?
Michel Bachelet fue y perdió. Lo hizo ante la crítica de todas las fuerzas políticas chilenas, ante los consejos de su canciller, Alejandro Foxley. Y en medio de La Habana, fotografiada al lado del octogenario dictador, tuvo que leer en la prensa las palabras de Fidel a favor de la salida al mar que Bolivia pugna con Chile. Un tema doméstico, bilateral, sensible y de mucha delicadeza.
Pero ¿qué le importa al viejo tirano? Y ahora, no sólo llueven las críticas de los sectores más variados de la vida política y social chilena, sino que la misma presidenta no sabe cómo va a salir del atolladero, si el canciller la saca del fuego, hablando furioso con su homólogo cubano, o si tiene que arrepentirse en público por desechar a quienes le dijeron que ese viaje era una idea fatal.
Hasta el mismo indito boliviano abrió sus ojos adormecidos por la coca para agradecerle a Fidel haberse interesado en ese asunto pero…. cuidado, porque el indito, estupefacto, no quiere reabrir un frente ahora que las relaciones actuales de su país con los chilenos, son excelentes.
De todos modos, las heridas se lastimaron porque las negociaciones para lograr una salida al mar, seguían una estrategia ventajosa para Bolivia, sin altercados fuertes ni encontronazos. La injerencia de Fidel ha mortificado y atrinchera a los chilenos contra las pretensiones bolivianas de acabar con un tratado vigente desde finales del siglo XIX.
Por otra parte, la jugada de Fidel ya se convierte en un revés más para el gobierno de la Bachelet con anunciados perjuicios electorales.
Nunca debió ir Michel Bachelet a La Habana. No le cabía, ni a su país ni a su historia personal, semejante reverencia al tirano. Ella merecía conservar una distancia prudente de los títeres sempiternos como Chávez, Correa, Evo, Colom y también de la Kitchner, aunque ella, sólo por el placer de maquillarse para las fotos, va a dónde sea.

miércoles, febrero 04, 2009

¿A la tercera irá la vencida?

Ya me he decepcionado demasiadas veces en la vida. He pagado el furor de la novatada y todos esos artilugios que terminan alistándote al escepticismo. Barack Obama no ha sido mi excepción. Y me asustó aún más, ver cuántos amigos canosos e inteligentes se sumaban a las hordas que lo proclamaban como el salvador. Hay, al parecer, una verdad recurrente, y es que la esperanza, ciega.
Cuando avanzaba la campaña por la presidencia en EEUU, insistí en el viso populista de la proyección de Obama. Acostumbrado a esas actitudes llenas de lisonjas, redenciones populares y falsas promesas que identifican la política latinoamericana de siempre, Obama se me reveló sin muchas dificultades. “Eso es populismo latinoamericano trasladado a otro escenario y con la ayuda de la sorpresa frente a una multitud que no conocen semejantes ardides”, pensé y tuve terror de un vocablo promisorio que siempre ha terminado con el fracaso: “cambio”, suerte de condicionante para otro vocablo peor, “revolución”, cuando lo que en realidad creo es en la “evolución”, del mono y de los procesos sociales, porque es lo edificante.
La percepción general me fue convenciendo de que mi astucia era infundamentada. Resentimiento, malas experiencias, falta de fe, prejuicios. Quizás. Y me rendí a la sapiencia de las multitudes.
Un artículo aparecido hoy en la prensa estadounidense me ha resultado demasiado preocupante. Si es que decimos actuar con cordura y no con simpatías fundamentalistas, el despegue ha comenzado con un craso error. Uno no, tres, y “a la tercera va la vencida”.
Les reproduzco el artículo con mi “coletilla” de preámbulo.

Nominados de Obama asestan golpes a su imagen
STEVEN THOMMA / MCT
Whashington
Estos primeros días no han sido los que el presidente Barack Obama esperaba cuando prometió cambiar la forma en que Washington funciona.
El Presidente mantiene su popularidad, con amplio apoyo del pueblo, pero la sospecha de que nada ha cambiado en Washington ya afecta su aura de novedad.
Tres de sus principales nominados a altos cargos de gobierno tienen problemas de impuestos y dos de ellos renunciaron el martes abruptamente. Otros dos son ex cabilderos, pese a que Obama había dicho que en su gobierno no había cabida para cabilderos. Y otro más, el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, tuvo que retirarse semanas antes debido a una investigación por manejos políticos cuestionables en su estado.
"Este problema de los impuestos está llegando a un punto crítico'', comentó el encuestador John Zogby. "Uno es un error. Dos es un problema. Cuando hay un tercero, se empieza a convertir en un problema de juicio. ¿Cómo pedir al pueblo que se sacrifique cuando los miembros del gabinete no lo hacen hasta que los sorprenden?"
Primero fueron los informes de que Timothy Geithner, ex funcionario de la Reserva Federal, debía $34,000 en impuestos federales y $8,000 en intereses. Sin embargo, fue confirmado como secretario del Tesoro.
Luego vino la salida, el martes por la mañana, de Nancy Killefer, que fue nominada para un alto cargo en la Oficina de Presupuesto y quien no había pagado impuestos de compensación por desempleo a una criada, lo que llevó a un embargo preventivo sobre su casa de Washington. La propia Killefer le pidió a Obama que retirara su nominación.
Finalmente, Tom Daschle renunció a su nominación a la Secretaría de Salud. Daschle, ex miembro de la Comisión de Finanzas del Senado, encargada de redactar las leyes tributarias, tuvo que pagar más de $140,000 en impuestos e intereses atrasados. Debía la mayor parte por concepto de su lujoso automóvil con chofer, del que disfrutaba como préstamo de una firma de inversión que asesoraba. También reportó haber ganado $5 millones en dos años, provenientes en lo fundamental de grandes grupos industriales.
Súbitamente, muchos de los nominados de Obama le parecen al pueblo más de lo mismo y no representantes de "un cambio en el que se puede creer''.
Cuando se informó que Daschle había trabajado para una firma de cabildeo la Casa Blanca dijo que Daschle no estaba inscrito como cabildero y por ello estaba exento de la proclamada prohibición de cabilderos en el gobierno.
"No sé como una firma de cabildeo le puede pagar $2 millones y no ser considerado cabildero'', dijo el martes el senador John Ensign, republicano por Nevada. "Me parece ingenuo y poco serio''.
Obama también eximió a otro nominado de la prohibición de cabildeo, nombrando a William Lynn como subsecretario de Defensa. Lynn fue cabildero de Raytheon, un prominente contratista de defensa.
Obama también nominó a William Corr, ex cabildero antitabaco, como secretario adjunto de Salud. Corr dijo que no trataría con temas vinculados con el tabaco.
"Hasta las reglas más duras tienen excepciones razonables'', dijo recientemente el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
Cuando se acumularon los informes de que varios nominados de alto nivel no habían pagado sus impuestos, Obama y el Partido Demócrata invitaron al ridículo en calidad de elitistas desconectados del pueblo en un momento que la economía afecta seriamente a la población.
"Sólo la gente de abajo paga impuestos'', expresó una caricatura de Rex Babin, mostrando a Daschle y Geithner montando en una limosina, publicada por The Sacramento Bee, un periódico de McClatchy.
"Hoy hubo un enorme descubrimiento científico. Investigadores dice que están cerca de encontrar a alguien en el gabinete de Obama que haya pagado sus impuestos'', dijo Jay Leno en el programa The Tonigh Show de NBC.
En una serie de entrevistas televisadas el martes, Obama reconoció que sus nominaciones sugerían un doble rasero en el que los ricos y poderosos se las arreglaban para no pagar impuestos.
"Hice campaña para cambiar la política en Washington. No quiero enviar al pueblo el mensaje de que hay dos raseros'', dijo Obama en CNN.
"Fue un error. Metí la pata''.

martes, febrero 03, 2009

Los ángeles de la guardia se reproducen en Latinoamérica

"Ya no queremos un único líder que quiere eternizarse en el poder”, dijo el cabecilla del partido oficialista paraguayo, Lino Oviedo, al proclamar su desacuerdo con que, estando en el poder, “usen reglas democráticas para subordinar a sus intereses a un pueblo que se encuentra en la pobreza", como lo hacen ahora "los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa".
Las razones de Oviedo son consistentes. Es que apenas a 6 meses de asumir la dirección del país, el presidente de Paragüay, Fernando Lugo, ya anda anunciando su intención de modificar la Constitución para poder aspirar a un segundo mandato, algo que está prohibido por la carta magna de esa nación suramericana.
Parece que Lugo cree que la presidencia es como el sacerdocio, una vocación y un oficio de por vida, un mal que han asumido creyentes y ateos, desde Fidel hasta Morales, por esa tendencia curiosa y coincidente de que todos los redentores de sus países, elegidos por la historia, insustituibles y dotados se siente únicos en su especie y eternos como Dios.
Es un factor común. No más suben al poder, crean constituyentes, manipulan los poderes del Estado, declaran a la oposición pro-imperialista, yankee, apátrida y oligarca, enemigos del pueblo y se dedican a crear las condiciones para no salir de la silla presidencial ¡ni muertos!, con Fidel Castro como ideal, que “ni muerto” ha salido del poder.
Por ahí vienen, tras el sacerdote de la liberación, dos anuncios más de eternización, nada menos que el elegido Daniel Ortega, en Nicaragua, un tipo que tan sólo de verlo causa espanto, y la proclamada superioridad durante las últimas consultas populares, del Frente Farabundo Martí en El Salvador, una premonición que asusta porque ya veremos a esa desangrada tierra en manos de otra legión de superdotados, exclusivos, redentores y patriarcas de la nación y del pueblo, queriendo morir en el trono. Como un rey.