Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



viernes, septiembre 05, 2008

Republicanos; la convención que nos agarró “fuera de base”

Con una inversión 90 millones de dólares menos que la demócrata, los republicanos tuvieron su convención. Tampoco faltó el cierre carnavalesco. En vez de fuegos artificiales, globos. Por lo demás todo fue más o menos igual, los saludos, las sonrisas, el familión como una caravana en el escenario. Cantos, música, coros y aplausos, sólo que dos o tres intolerantes hicieron su triste show en las gradas del Xcel Energy Center, interrumpiendo los discursos y la celebración y, con más penas que glorias, fueron sacados del recinto junto a una frase de McCain: “Tenemos que dejar de gritarnos los unos a los otros".
Distante de su oponente demócrata, el candidato republicano aceptó su nominación con una retórica muy lejos de la esperada, distanciado del tradicional contraataque de su partido. En vez de dividir, unió; en vez de agredir, concilió; en vez de guerrear, proclamó amor, paz, comunión de todos por el futuro de la nación.
En vez de descalificar a Obama, le confesó “mi respeto y mi admiración” y recordó que ambos son estadounidenses, "y eso es lo más importante". De su contrincante sólo esta y otra alusión: “Extenderé mi mano a todo el que quiera ayudarme a sacar este país adelante. Tengo esos antecedentes y las cicatrices para probarlo. El senador Obama no los tiene''.
Creo que el discurso fue así por tres razones: Primero, alejarse de la postura demócrata; segundo, insistir en que “el cambio” necesario está en su terreno y no en el de Obama; tercero, bajarle el tono a la convención que traía los ánimos exaltados.
La noche anterior, las comparecencias del senador Huckebee, el ingenio demoledor de Giuliani y la explosiva intervención de la candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, habían levantado ronchas en los opositores.
Palin se lució en su papel, con destreza inesperada convirtió los ataques en ventajas, exhibió su belleza, su familia, sus trabajo y dejó una imagen positiva que disfrutaron 37.2 millones de espectadores, más que los 34 millones que vieron la inauguración de las Olimpiadas de Pekín y los apenas 24 millones que escucharon a Joe Bidem (según la consultora de audiencias Nielsen).
¿Se le fue la mano a la gobernadora de Alaska? Muchos han sugerido una conducta ingrata después del comportamiento de Obama cuando aparecieron las noticias sobre el embarazo de la hija menor de Palim. Obama le lanzó un ramo de rosas, Palin le devolvió con misiles de ironía. Con ingenio, lo ridiculizó a veces y demostró el duro juego republicano porque, alguien pudo entenderlo así, las lisonjas demócratas podían presumir fines subliminales en competencia.
Sin embargo, el jueves, John McCain desarrolló un propósito que lo consagra como “distinto”, “rebelde” e “independiente”, poniendo un muro entre su candidatura y el gobierno de George W. Bush, su mayor opositor. McCain atacó “el constante rencor partidista que obstruye la solución de esos problemas no es causa sino síntoma'', dijo y advirtió, "Déjenme ofrecer un aviso a la gente de siempre en Washington, la que no hace nada, gasta mucho, piensa en ella primero y en el país después: se acerca el cambio".
Confesiones muy personales de su etapa en Viet Nam, un tono casi íntimo y un ritmo apacible, ofrecieron el clima necesario para los republicanos. John McCain no discursaba en campaña política, confesaba a sus amigos su verdadera pretensión en la presidencia del país. Fue duro, sancionó verbalmente a los rusos, al terrorismo, pero sin el tono amenazante habitual. Lindó con cuidado las ofertas demócratas sobre la energía pero le adicionó sus propios proyectos. Y, sobre todo, terminó recordando el dolor de su familia por los riesgos de la guerra, prometiendo poner su experiencia “para conseguir una paz estable y duradera”.
El cierre de la convención republicana ha de cambiar la estrategia demócrata. La campaña por la presidencia comienza ahora y el votante quiere escuchar alguna vez, que los candidatos de uno otro bando hablen sobre las pérdidas hipotecarias, la disminución del nivel de vida, la crisis financiera nacional, el costo de los alimentos, el desempleo, los problemas reales que afectan al contribuyente estadounidense, porque ambos, Obama y McCain, Bidem y Palin no lo ha hecho aún.

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