Ayer me dijo mi amigo Rony, desde Miami, que Miguelito de la Uz había muerto en La Habana. Lo sentí realmente. Recuerdo sus conversaciones en casa de mi familia, su carácter bondadoso y su constante interés por rescatar del tiempo aquellos años de cuartetos vocales que hicieron furor en la música popular cubana.
Conversé mucho con él, sobre todo cuando junto a Lourdes, su esposa, visitaba la casa para rememorar los años gloriosos de los 60 con mis suegros, cuarteteros a su vez. Eran integrantes de una cofradía gloriosa que, como tantas cosas en Cuba, se iba borrando de un tirón, sustituidas por la imposición mediática de otros temas más oportunos para la tiranía.
Miguelito fue siempre el director del cuarteto Los Modernistas. Fue a él que, a mediados de la década del 60, Alberto Pujol, que dirigía el cuarteto Voces Latinas, le envío a Lourdes Torres y, desde entonces, ella se incorporó a Los Modernistas en el escenario y a Miguelito en la vida. Esa es más o menos la historia.
Pero su muerte me ha valido en desde Santo Domingo, donde vivo tratando de rememorar la isleña voluntad de mirar en cada esquina de la ciudad el mar, para conversar con Camilo Venegas, que tengo de lunes a viernes 8 horas sentado a mi izquierda (a la “izquierda”, aunque le duela) sobre esos años dorados de los cuartetos en Cuba, desde Las D’Aida y Orlando de la Rosa, que iniciaron la avalancha, hasta toda aquella legión de cuartetos vocales, de una calidad envidiable, que se impusieron en el gusto popular de Cuba y que, si no trascendieron al panorama internaciona, fue justamente por las tijeras de la revolución cubana que ya estaban podando todo. Absolutamente todo.
Unos días antes de recibir la noticia de la muerte de Miguelito de la Uz, mi amigo de Miami me había mandado un pequeño video de un homenaje que en la televisión cubana le hicieron a Meme Solías. Vaya qué coincidencia. Fue como una casualidad involuntaria para hablar de Los Bucaneros, el Cuarteto del Rey, Los Modernistas, Voces Latinas, Los Meme, Los Brito, Los D’Enrique, una época en que los cuartetos cubanos competían en arreglos vocales, armonías, diseños de trajes, coreografías, tiempos de oro que apenas recuerdan ya en Cuba, con ese afán nacional de ir borrando todo lo que ha valido para quedarse con lo inmediato: conseguir un dólar o buscar qué comer.
Buena eternidad para Miguelito de la Uz; su muerte se niega cada vez que en un viejo video de la televisión, canten Los Modernistas.
2 comentarios:
Justo por eso me voy este viernes, para no sentarme ni sentirme más a la izquierda. De ahora en adelante la conversación se muda para la librería de enfrente... Como diría Silvio, ¿te acuerdas de allá?
Es una gran perdida para la cultura cubana, mi mas sentido pesame a los familiares y amigos.
Yo que lo conozco bien acabo de enterarme de esta noticia tan desagradable, soy cubano pero vivo en España y no tengo palabras para expresar todo mi sentir.
Miguelito fue sin duda alguna un puntal altisimo para el trabajo en cuartetos de Cuba, donde quiera que este siempre sera recordado como lo que fue, "UN MAESTRO"
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