Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



martes, mayo 27, 2008

Una reflexión subliminal


“Si lo defendiera, les haría un enorme favor a sus adversarios”, escribió (supuestamente) Fidel al final del primer párrafo de su reflexión “La política del imperio” en la que ataca al candidato presidencial estadounidense Barack Obama por su discurso frente a miembros de la Fundación Cubano-Americana en la ciudad de Miami.
Los signos son inconfundibles, es el remake de la estrategia cubana, concebida para tontos, fanáticos y conciudadanos obnubilados por las mismas palabras de siempre.
La visita de Obama a La Florida es parte de su plan de campaña en busca del voto cubano e hispano. El tema cubano es, sin dudas, neurálgico en la construcción de una imagen positiva en busca del triunfo en las urnas y Obama ya carga con demasiados desaciertos, discursos errados y, sobre todo, una percepción poco confiable para estos sectores de votantes estadounidenses.
La lenta definición del candidato demócrata va tocando su fin. Obama parece ser el más próximo a lograr la candidatura pero necesita rescatar el voto de La Florida que está muy inclinado a las propuestas republicanas. Y reunirse con la FCA es una buena estrategia, atacar al gobierno cubano, también. El problema está en la credibilidad después de tantos traspiés durante su campaña

Estudiosos de la política estadounidense y analistas de campaña coinciden en que el enfrenamiento McCain – Obama podría favorecer al candidato republicano con más facilidad si el enfrentamiento final fuera McCain – Clinton.
Cuba acaba de confirmarlo desde sus propias perspectivas. Y es el momento de echarle una mano a Barac por varias razones. Primero, que McCain no parece ser “jamón” para la política cubana; segundo, que a La Habana siempre le ha ido mejor con un demócrata en la Casa Blanca y, tercero, que Obama parece haber enviado señales de conciliación con el régimen castrista.
El ataque directo, irritado y ofensivo de Fidel Castro contra Barack Obama es parte de una estrategia repetida por Cuba, pero el mensaje subliminal es desmontable.
Siempre que Fidel ataca, polariza las simpatías del exilio a favor de la víctima. No hay dudas. Aún George W. Bush, que con un racimo trágico de desaciertos domésticos de fatales consecuencias para todos quienes habitan esa nación, definió tan incuestionablemente su oposición con respecto de Cuba y fue tan atacado por los voceros de la revolución, que su tasa de rechazo en la comunidad cubana y parte de la hispana en EEUU, es menor que en el resto de los sectores.
Fidel le ofrece un espaldarazo a Obama con su reflexión. Quien se vaya con esa “pelota de trapo” será víctima de un ardid viejo. “Te ataco para que te acepten”, es la sentencia subliminal.

No hay comentarios: