Los cambios recientes en el gobierno cubano riman con la decisión, insólita, de que el presidente venezolano Hugo Chávez, autoriza a su colega brasileño, Lula Da Silva, a interceder por Caracas en sus conversaciones con Barak Obama durante su próxima visita a Washington.
Son movidas curiosas. Por ejemplo, el chileno José M. Insulza, Secretario General de la OEA, declaró públicamente, por vez primera, que está dispuesto a accionar por el reingreso de Cuba a esa organización, que ya sabemos, sirve para muy poco. Mientras que el canciller español Moratinos, un hombre tan elementalmente proclive a mostrar sus amores con La Habana, se apresuró a reunirse con el nuevo canciller cubano para confirmar que el partido sigue igual.
Las presiones de un grupo de congresistas y empresarios estadounidenses a favor de las relaciones con Cuba, es la otra pieza del juego.
Nadie toma en cuenta que sólo en el año 2007, llegaron remesas por 240 millones de dólares procedentes de EEUU a Cuba; ni hablan del incremento de la represión bajo el mandato de Raúl Castro, cuando las detenciones arbitrarias a los activistas pro-democracia han aumentado 5 veces en el último año, pasando de 325 en 2007 a 1.500 en el pasado 2008. Nadie recuerda que Cuba ocupa el segundo lugar en el ranking mundial de las naciones más endeudadas y que ha suspendido los pagos al Club de París desde 1988, al que le debe 29 mil millones de dólares; tampoco dicen que sólo en el pasado año, EEUU vendió 710 millones de dólares en productos agrícolas a Cuba, convirtiéndose en el tercer socio comercial de la Isla caribeña.
Son cifras curiosas. Demuestra que Cuba intensifica su régimen dictatorial y abusivo mientras que ya, de hecho, EEUU constituye un sostén económico importante para la Isla. A pesar de que a La Habana no le otorga créditos, no sólo Washington, sino más de medio mundo, por una razón elemental en el comercio internacional: No paga.
Pero ahí va la encerrona. ¿Es que han visto en Barak Obama una personalidad débil, fácil de manipular? Al menos es la experiencia de Cuba durante los gobiernos demócratas de EEUU durante los últimos 50 años (Kennedy, Carter, Clinton).
Los tanteos de acercamiento de Chávez y Raúl Castro; el liderato regional de Lula y las anunciaciones de la OEA y la UE coinciden en dibujar un escenario edulcorado frente a las decisiones tensas en estos momentos, en Washington, sobre las relaciones con Cuba.
Cuidado Obama, el gardeo es como en el baloncesto, cuerpo a cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario