Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



martes, marzo 27, 2012

Ismael Diego, otra vez contra la estirpe de los Diego en Cuba


El hijo de Rapi Diego, el joven Ismael de Diego, desapareció en La Habana sin dejar señales. Fue esta mañana cuando iba a comprar cigarrillos.
Ismael, con 33 años de edad, dejó la cocina encendida, el café a medio hacer. Eran las 8 y 30 de la mañana cuando salió sin regresar.
Su prima clama preocupada. “La visita del Papa se lo ha llevado”, dice, pero ella sabe que no se fue al cielo del Señor, sino, posiblemente, a una mazmorra de la Seguridad del Estado, la policía política cubana que ha desatado una furiosa persecución a los desafectos de la dictadura, metiéndolos en los rincones sombríos de las tétrica policía revolucionaria.
“No sabemos nada de él, mi familia ha ido a las estaciones de policía y cuerpos de guardia en los hospitales, pero nada”, escribe su prima María José de Diego.
Ismael estudió música y pintura en Cuba; cursó un año en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños; ha participado en talleres de edición fotográfica en Cuba y, en México, ha cursado estudios de foto fija.
Lo tuve, cuando él era un niño, jugando casi todos los días en la escalera a la entrada de mi edificio. Ahora es un hombre rebelde, contestatario, suele publicar en Internet textos muy críticos con la dictadura cubana, mantiene una cercana vinculación con conocidos críticos del gobierno tiránico de los Castro que se manifiestan con la música, el arte, la pintura. Ismael carga con el estigma de los Diego, su abuelo poeta eclipsado oficialmente por su fe cristiana, su padre Rapi y su tío Lichy, que vivieron en México hasta sus muertes.
De los Diego tiene también la capacidad creadora.
Ahora ha desaparecido, nadie sabe de él, no hay información. Nadie responde.
¿La represión del gobierno lo ha incluido entre los cientos de encarcelados por motivo de la visita del Papa a Cuba?
Su familia, su prima María José, su tía Fefé, una familia que honra la cultura cubana, pide un clamor colectivo por el regreso de Ismael. 

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