Después de la tesis sobre el asesinato de Salvador Allende el día del golpe de Estado en La Moneda y la participación de los esbirros cubanos que lo protegían bajo el mando del general Patricio de la Guardia, que recibía órdenes directas de Fidel Castro, hoy aparecen conjeturas profesionales sobre la certeza del suicidio pero que no dejan de levantar dudosas suspicacias que hacen pensar que el cambio de conclusiones es una manipulación burda.
Por una parte, el periódico La Tercera publica que “David Pryor, experto balístico de Scotland Yard, aseguró que si bien se aprecia la recepción de dos balas de carácter suicida en el cuerpo de Allende, esto se debe a que el arma se encontraba en estado automático”. Perfecto, ahí se insiste en los dos disparos, uno vivo, y otro que se dio el propio presidente después de suicidado. Curioso.
Pero, en el periódico español El País, aparece otro artículo hoy certificando que “El médico forense español Francisco Etxeberría, que participó en la nueva autopsia, manifestó a El PAÍS: Con base en argumentos técnicos y científicos podemos asegurar que la muerte del presidente Salvador Allende se produjo como consecuencia directa de un disparo realizado bajo el mentón que le produjo la destrucción de la cabeza y la muerte inmediata, lo que interpretamos como suicida desde la perspectiva forense”. O sea, un solo disparo. Uno, no dos.
El informe en La Tercera explica que “Según los resultados de las pericias, el cuerpo del exgobernante presenta dos heridas de bala, debido a que el fusil utilizado por Allende para suicidarse habría estado en la modalidad de "automático", en la cual podía disparar una ráfaga de hasta 10 disparos por Segundo”. Y, por su parte, el informe en El País insiste en que “según este nuevo y definitivo examen, no existe más que una herida, lo que confirma la versión del suicidio”.
La cólera de Isabel Allende, hija del presidente muerto, ante el primer informe de la comisión forense internacional con la versión del asesinato y los dos disparos de dos calibres distintos, un fusil AK47 y una pistola, parece que determinó en el camino las conclusiones que ahora, ni entre ellas mismas, se ponen de acuerdo.
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