Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)
viernes, noviembre 27, 2009
Honrar, honra. Todos somos la nación.
Acabo de leer un artículo de mi amigo Haroldo Dilla titulado “Cuba: ¿qué esperar de la reunión del gobierno con la emigración?”, aparecido en el blog El tono de la voz, de Jorge Ferrer,y no he podido soslayar la obligación de comentarlo en mi blog porque pocas veces es posible coincidir de manera total con lo que dice otro.
Haroldo y yo hemos disfrutados de contradicciones y diferencias políticas respecto de Cuba, las hemos debatido en programas de TV y en reuniones entre amigos. Es un oficio democrático y polifónico que me honra y que, al final, ha solidificado las coincidencias.
Invito a leerlo a quienes visitan mi blog. Se lo he enviado a amigos y a no tan amigos, porque es la posición correcta, moral y limpia que nos coloca a todos, los de adentro y los de afuera, en una posición que nos honra, además de ser la únicamente justa y admisible.
Aquel primer encuentro de La nación y la emigración, despertó mis desconfianzas estando en La Habana, hace muchos años ya. El resto de ellos, para colmo, se han convertido en la caricatura del primero hasta llegar a lo que es hoy, y lo será en enero del 2010, un festín humillante para quienes participan y, más aún, para quienes confunden, instigan y militan en semejante atropello moral y cívico a la vergüenza de los cubanos vivimos fuera de la Isla.
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