Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



lunes, marzo 03, 2008

Intercambio humanitario, otra vez “oro por espejitos”


Raúl Castro, a quien no se le ha atribuido jamás una frase ingeniosa, una idea con lucidez o un acto imaginativo (con la sola excepción de aquella narración culebrona cuando en su discurso sobre el caso Ochoa, contó que durante un descanso en la reunión del Consejo de Estado para aprobar el fusilamiento del general, se miró en el espejo del baño “y dos lágrimas corrieron por sus mejillas” – antológico-) acaba de reafirmar su mediocridad con el remake del intercambio de prisioneros, tomado de la actualidad colombiana.
Tirofijo y sus matones de las FARC, pretenden un intercambio “humanitario” en el cual ellos liberan a los secuestrados y el gobierno colombiano libera a los narcoguerrilleros presos.
Hermoso, sobre todo porque es un doble premio para las FARC: Yo te entrego criminales procesados por delitos graves de lesa humanidad y tú me dan a esos civiles que secuestraste y mantienes en cautiverio bajo condiciones extremas y abusivas sin que hayan cometido un solo acto que justifique el encierro.
Es decir, mil inocentes a cambio de miles de criminales. La cuenta no da. Aunque le duela al presidente francés y su cruzada a favor que Ingrid Betancourt, enferma y apresada por las FARC por pura conducta terrorista y extorsión, pero que es una más entre los miles de secuestrados en una historia del horror izquierdista contemporáneo que constituye un problema general y no un marketing de bondades individuales.
Ahora, cuando el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, durante su visita a La Habana le propuso a Raúl Castro la liberación de los disidentes enfermos presos, el nuevo presidente cubano (ja-ja) salió con la idea de intercambiarlos por los 5 espías condenados en EEUU.
Es el mismo perro con distinto collar.
Te doy a decenas de personas presas por pensar y expresar sus ideas pacíficamente, y tú me devuelves a 5 agentes que espiaron para un gobierno extranjero y participaron en la información y logística de crímenes premeditados. O sea, otra vez inocentes por criminales.
Es la misma falta de creatividad con que conformó su “nuevo” gabinete presidencial: Los “placatanes” al poder.
¿Es que al “chino” no se le ocurrirá jamás una idea original?

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