Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



martes, enero 28, 2014

II Cumbre de la CELAC. El festín de los cobardes

Ayer inauguraron el Puerto del Mariel en el occidente cubano. Promete ser el puerto más moderno de América Latina y una obra de utilidad regional que podría darle muchos beneficios al gobierno de La Habana, si no es que repiten el mal endémico de la revolución castrista, la inoperancia, el desinterés, el deterioro cabalgante y la ineficiencia ejemplar.
Todo parece indicar que sucederá y que el Puerto del Mariel pesará en poco tiempo, como pesa un elefante mojado y muerto en la cota norte de la Isla, muy cerca del rutilante puerto modernizado de Miami. Es lo que suele suceder y la rutina es difícil de cambiar.
Pero sin dudas, ha sido un golpe de impacto en medio de la II Cumbre del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que reúne a 33 países en La Habana, además de Insulza, ese chileno gris que comanda la OEA, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que inauguró la Cumbre pelándose con un barbero callejero en la Habana Vieja, una broma populacha de turista millonario que visita las ruinas de la ciudad.
Ya sabemos que allí no pasará nada, la cumbre no resolverá nada más que legitimar la dictadura de los Castro Bros.
Ya está hecho, es el remake protagonizado por los presidentes latinoamericanos que cargan con parte de esta responsabilidad digna de los Guinnes, de sostener moralmente a la tiranía más larga de occidente.
Peña Nieto, por ejemplo, no se sustrajo a la tradición mexicana de brindarle su apoyo a los dictadores, y allá fue, sin necesidad, a sonreír en las fotos con Raúl Castro y seguir deportando a cuanto exiliado cubano llega a sus fronteras, con mas rigor que los deportados mexicanos que Barak Obama ha mandado de retorno para que canten “he de comerme esa tuna”.
De Chile fueron los dos, Piñera y Bachelet, el saliente y la entrante, no se por cuál razón a no ser mostrarse en un foro que reafirma el histórico rencor envidioso contra EEUU. No hay otra explicación. Quizás para anunciar que el derrumbe económico chileno que se avecina será impulsado con disparates chavistas por una Bachelet más radical.
Ya la presidenta brasileña Dilma Rouseff se reunió con Fidel Castro y escuchó con paciencia al viejo tirano divagar con su tropeloso lenguaje sobre temas de ciencia ficción, en tanto los demás discutían cómo agregarle a la declaración final el rechazo al embargo de EEUU contra Cuba, cómo exigir la independencia de Puerto Rico en contra de la decisión casi total de los puertorriqueños que quieren ser un Estado más en la bandera norteamericana. Y, por supuesto, el tema de la lucha contra la pobreza, un tema acodado en el ejemplo de Cuba y Venezuela que ha subido a los más altos índices globales la pobreza en sus respectivos países.
Parecería un chiste a no ser por la vergüenza que entraña para esos fantoches presidentes, típicos ególatras latinoamericanos, hacerse los de la vista gorda, asumir la tontería con disimulo para callarse indignamente, sentados frente a Raúl Castro, y no rumorar ni una cobarde palabra de honor sobre la realidad y los abusos que ahora mismo se siguen cometiendo en contra del pueblo cubano, el asesinato cotidiano durante más de 50 años, a la libertad y la democracia en Cuba.

No hay comentarios: