Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



miércoles, mayo 28, 2008

Iglesias, ¿el cantante?, creo que no


Durante el primer Coloquio Transatlántico celebrado días atrás en Madrid, el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, dijo a la agencia española EFE, refiriéndose a Cuba, que "hay un proceso de cambio en marcha" y una "tendencia cuidadosa para avanzar hacia sistemas más liberales".
Iglesias, quien visitó La Habana recientemente, contó a esa agencia que durante su estancia en la isla, se percató de "una sensación más positiva en la población" y de "un cambio de actitud".
Y finalmente, pronosticó que en los próximos 10 años, “"Cuba será más democrática y su economía de mercado, más abierta".
Cuando escucho cosas así siempre me colma una ambigüedad existencial. ¿Me río o me echo a llorar? Asusta que un personaje de tal dimensión, acostumbrado a pasearse el mundo como cualquiera de nosotros pasea en el parque de la esquina, pero con más patrimonios de libertad, traduzca semejantes conclusiones de la realidad cubana vista y presumida.

Indigna pensar que Iglesias vea cambios positivos en autorizarles celulares a los cubanos y no juzgue la ola de represión que se ha vuelto a incentivar en la isla contra los opositores pacíficos, y que decenas de presos de conciencia continúen en las cárceles y que la democracia sea coartada cada vez más sin independencia de credos, ideologías y libertad de voz. Indigna pensar que Iglesias descubra un “cambio de actitud” como si la actitud fuera cosa de comprar un DVD en una tienda en dólares en La Habana. Y peor aún, Iglesias pronostica 10 años más, o sea, alcanzar los 60 años del régimen tiránico en Cuba, para poder aproximarnos tibiamente, a las libertades, el decoro y el respeto de los que Enrique Iglesias goza desde que nació.
Las conclusiones emanadas de la inteligencia de Iglesias, tan visionario y analítico como el otro Iglesias, ¿el cantante?, ofrecen una imagen penosa. Sus opiniones, útiles para tapar el sol con un dedo, solo son explicables desde dos puntos de vista: Uno, ligereza y comunión de intereses turbios a pesar del sufrimiento cubano, o, dos, una maldad que no entiendo y sólo concibo recostada en la antiquísima conciencia colonial de la vieja metrópolis: “Eso, para los cubanos, está bien. Para mi, no”.

martes, mayo 27, 2008

Una reflexión subliminal


“Si lo defendiera, les haría un enorme favor a sus adversarios”, escribió (supuestamente) Fidel al final del primer párrafo de su reflexión “La política del imperio” en la que ataca al candidato presidencial estadounidense Barack Obama por su discurso frente a miembros de la Fundación Cubano-Americana en la ciudad de Miami.
Los signos son inconfundibles, es el remake de la estrategia cubana, concebida para tontos, fanáticos y conciudadanos obnubilados por las mismas palabras de siempre.
La visita de Obama a La Florida es parte de su plan de campaña en busca del voto cubano e hispano. El tema cubano es, sin dudas, neurálgico en la construcción de una imagen positiva en busca del triunfo en las urnas y Obama ya carga con demasiados desaciertos, discursos errados y, sobre todo, una percepción poco confiable para estos sectores de votantes estadounidenses.
La lenta definición del candidato demócrata va tocando su fin. Obama parece ser el más próximo a lograr la candidatura pero necesita rescatar el voto de La Florida que está muy inclinado a las propuestas republicanas. Y reunirse con la FCA es una buena estrategia, atacar al gobierno cubano, también. El problema está en la credibilidad después de tantos traspiés durante su campaña

Estudiosos de la política estadounidense y analistas de campaña coinciden en que el enfrenamiento McCain – Obama podría favorecer al candidato republicano con más facilidad si el enfrentamiento final fuera McCain – Clinton.
Cuba acaba de confirmarlo desde sus propias perspectivas. Y es el momento de echarle una mano a Barac por varias razones. Primero, que McCain no parece ser “jamón” para la política cubana; segundo, que a La Habana siempre le ha ido mejor con un demócrata en la Casa Blanca y, tercero, que Obama parece haber enviado señales de conciliación con el régimen castrista.
El ataque directo, irritado y ofensivo de Fidel Castro contra Barack Obama es parte de una estrategia repetida por Cuba, pero el mensaje subliminal es desmontable.
Siempre que Fidel ataca, polariza las simpatías del exilio a favor de la víctima. No hay dudas. Aún George W. Bush, que con un racimo trágico de desaciertos domésticos de fatales consecuencias para todos quienes habitan esa nación, definió tan incuestionablemente su oposición con respecto de Cuba y fue tan atacado por los voceros de la revolución, que su tasa de rechazo en la comunidad cubana y parte de la hispana en EEUU, es menor que en el resto de los sectores.
Fidel le ofrece un espaldarazo a Obama con su reflexión. Quien se vaya con esa “pelota de trapo” será víctima de un ardid viejo. “Te ataco para que te acepten”, es la sentencia subliminal.

miércoles, mayo 21, 2008

José Lorenzo y la gaviota, 40 años después


Hace apenas unos días compartí un abrazo y un wisky con José Lorenzo Fuentes en casa de un amigo común en el Southwest de Miami. No esperaba encontrarme allí al cuentista que fue parte del estrecho círculo que estremeció la narrativa cubana de la segunda mitad del siglo pasado. Bastan los dedos de una mano para contarlos y uno de ellos, quizás el índice, lo fue José Lorenzo, amputado por la intolerancia y el odio que apenas comenzaban frustrando la grandeza anunciada por la narrativa del país en esa década prodigiosa de los 60.
Desde ellos sólo ha quedado polvo y tambores, y algún destello que asoma codeándose con el circo de las insolencias permitidas.
“Después de la gaviota”, mencionado por el Concurso Casa de las Américas en 1968, cedió entonces el premio a otro volumen mayor, "Condenados de Condado", en esos tiempos en que Norberto Fuentes hacía literatura y no comics de la memoria a un lado y al otro de las fronteras.

Ahora, 40 años después, José Lorenzo me regaló una nueva edición de “Después de la gaviota” con un texto en la contraportada del chileno Jorge Edward, quien fue integrante del jurado en aquel entonces, y prólogo de Amir Valle. La editorial Iduna hizo justicia con esta edición, no solo al escritor silenciado por decreto oficial, sino a tres generaciones de cubanos que no recuerdan la trascendencia de un libro sacado de la circulación nacional, borrado de las citas oficiales y suspendido de los estantes de librerías y bibliotecas, que colocó en medio de las mágicas realidades de entonces un modo insólito entre lo sublime y el misterio del interior humano, con una forma magistral de contar saltando insistentemente de un lugar al otro del mismo personaje sin la menor sorpresa para el lector.
La nueva edición de “Después de la gaviota” es una lección de responsabilidad con la cultura cubana. Es hacer lo que 40 años después, continúan impidiendo en la isla a pesar de que con ello silencian una voz insustituible en la mejor época literaria que promovió la Revolución y que, como Saturno, ella misma fue devorando.

jueves, mayo 08, 2008

“Estoy chivo”


Generación Y, el célebre blog que Yoani Sánchez escribe desde La Habana y que acaba de recibir el premio Ortega y Gaset de periodismo digital que entrega el diario español El País, es un suceso de referencia obligatoria.
La última de las noticias es que Yoani no recibió el permiso del gobierno cubano para viajar a Madrid a recibir el galardón. Aunque CNN y la prensa mundial han sido eco de esa información, en realidad no es más que otro remake cotidiano que con medio siglo de existencia han sufridos miles de miles, muchos con más dramatismo pero con menos cobertura de prensa internacional.
Tampoco les ha valido su inclusión en la lista de las persona más influyentes de la revista Time.
Lo siento por ella, es decir, lo del permiso de salida, y me alegra que figure en ese listado de Time, aunque ella misma se haya quedado atónita no se si para bien o para mal de la revista Time.
Y me satisface que su blog tome mayor relevancia aún, acodado en los titulares de hoy, porque a fin de cuentas es una reafirmación de las razones que a todos nos hicieron rechazar el totalitarismo cubano.
Yoani ha fundado un vínculo que nos relaciona de una manera u otra, pero con la relevancia de que Generación Y se hace desde las entrañas del monstruo, que bien conocemos porque vivimos en ellas.

La valentía de Yoani es un tributo a la esperanza en las nuevas generaciones de cubanos y una bofetada a ese escepticismo que fue madurando en quienes nos largamos porque no había ya nada qué hacer allá dentro.
Pero, cuidado, Generación Y no saldría al ciberespacio sin la complicidad oficial como un subterfugio anónima a espaldas de la misma célebre bloguera.
Yo, que vivo hace mucho en Santo Domingo, acudo a un vocablo que los dominicanos crearon para definir la suspicacia y la duda, “estoy chivo”, dicen, no se por qué, pero detrás de la inocencia de esta muchacha, a sus espaldas, moviendo los peones del silencio y la manipulación, ha habido una tolerancia oportuna que pudo comenzar con la permanencia del blog en la web, los periplos de Yoani de ciber-café en ciber-café para poder acceder a su blog en el país con menos acceso a Internet en el hemisferio, y consolidarse con el entusiasmo de cientos de comentarios de todo tipo colgados quién sabe desde dónde y por qué.
Cuidado con los humoristas de ingenio literario, los sagaces de la broma inteligente, los cultivadores del choteo histórico y fatal. Todo lo resuelven con un plumazo, una sonrisa sagaz y una legión de suspicaces que le ríen el chiste para certificar las dotas supremas de la sabiduría cubana.
¿Es que se las ha ido de las manos la amplitud alcanzada por el blog de esta muchachita osada que se cree en Suiza todavía?
Pero los placatanes del oficialismo cubano tienen la tara indisoluble de la represión y la intolerancia. Vigilemos a Generación Y y a Yoani Sánchez desde ahora a ver en qué va a convertirse esta historia. Y tratemos de apabullar estos graves prejuicios míos porque la verdad es que con toda esta diafanidad, “estoy chivo”.

jueves, mayo 01, 2008

La consagración de los camellos


A finales del siglo XVIII, los vecinos de la ciudad de Santiago de Cuba vieron con asombro cómo desembarca de un navío de velas plegadas, una legión de camellos.
Pocos conocían de aquel animal de jorobas en el lomo y cara de viejo cansado. No existía entonces National Geographic Channel y los santiagueros no solían visitar el Sahara.
Pero pronto supieron que no era una invasión de Sandokan, sino que los camellos respondían a la iniciativa de los colonos cafetaleros llegados desde Haití después de la sublevación de los esclavos, que concibieron bajar los sacos de oloroso grano desde sus haciendas en la Sierra Maestra, hasta los muelles del puerto de Santiago, con caravanas de camellos.
Cuentan que el clima caribeño los mató poco a poco hasta que esa historia quedó en el olvido. Y no fue hasta 1980, que apareció la próxima referencia al camello cuando, tras la caída del Muro de Berlín, se acabó el subsidio soviético a Cuba y La Habana se llenó de camellos rugientes, no rumiantes, que cruzaban las avenidas de la ciudad tumbando edificios con la vibración de su peso, y con 500 personas acaloradas dentro.

La desaparición del transporte urbano impuso una ciudad detenida. Fue entonces que La Habana salió con una de las más circenses iniciativas revolucionarias, los camellos, dos cuerpos de guaguas pegados y tirados por una potente cabina de rastra, capaz de mover esa mole pantagruélica desde La Lisa hasta Guanabacoa.
El diseño obligado de empatar dos cuerpos de guaguas con chapucería de primeros auxilios, fue lo que inspiró el apodo popular de Camello a aquellos gigantes ruidosos que iban humeando como chimenea de un central, las calles de la capital.
La imaginación popular los definió como películas triple X: sexo, violencia y lenguaje de adultos. Todo podía suceder en medio del calor estomacal de estos camellos habaneros. Hay hasta una generación nacida de un recholateo oscuro en uno de estos monstruos saharianos durante un viaje del Vedado a Marianao.
Hace apenas unos días, el gobierno cubano anunció la desaparición de los camellos. Ahora serán sustituidos por guaguas chinas que ya provocaran sus propias leyendas con su presencia del lejano oriente en la isla insólita del Caribe.
Por ahora, los habaneros despiden a sus camellos con una mezcla dudosa de alegría y nostalgia. Muchos los van a añorar, carteristas, jamoneros, otros evocarán la resistencia cruel frente a unas axilas al punto del mediodía. Contarán anécdotas que se convertirán en leyendas y mitos populares y alguna vez, los camellos de La Habana pasaran al olvido como aquellos primeros que trajeron los cafetaleros franceses de la Sierra Maestra.
La historia es cíclica, siempre se repite.

miércoles, abril 30, 2008

Angola, al duro y sin guantes


Alrededor de 1980 me citaron a la Unidad de Reclutamiento Militar de La Lisa, en la Ciudad de La Habana. Era una oficina pequeña en medio de mansiones de la burguesía cubana pre-revolucionaria, ocupadas ahora por instituciones estatales, clubes privados para el stableshment y restaurantes lujosos para diplomáticos extranjeros. Al llegar, predije las razones de la cita frente a los rostros graves de quienes, como yo, habían sido convocados. Horas después, salía de allí con el terror de convertirme de la noche a la mañana, en un soldado cubano en las selvas de Angola.
No sucedió. No tenía instrucción militar, no había pasado el Servicio Militar Obligatorio, no sabía disparar ni con tirapiedras. Parece que no necesitaban entonces soldados para morir, sino soldados para matar y decidieron considerarme inepto para participar en la misión solidaria a Angola.
Tuve amigos que sí pasaron por la experiencia angolana, o que fueron parte de las misiones cubanas de combate en las arenas de Etiopía. Y supe de sus experiencias, sus locuras, sus horrores. Guerras verdaderas ajenas a las historias oficiales, soldados cruzados por recuerdos fatales, falsos héroes aplaudidos en las tribunas de la revolución. Traumatizados, lisiados, enfermos, renegados, mentirosos. Hubo de todo en el basurero de las gestas bélicas internacionales de Cuba.
Tuve este recuerdo anoche, cuando leí de un tirón Sur: Latitud 13, un libro de cuentos que no fue publicado en Cuba a pesar de que obtuvo uno de los premios de la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC) porque cuenta “la otra cara de la guerra”, como me escribió su autor, Angel Santiesteban, en la primera página del volumen que me dedicó.
Una guerra de horrores como todas las guerras del mundo, de crímenes y equívocos, de una frialdad inusitada a la que acuden los hombres en medio del paisaje desolador de la muerte posible, del tiro de gracia en la esquina.
Le agradezco a Angel este libro que pone el dedo sobre una llaga de la que muchos no quieren hablar, o de la que muchos hablan sandeces, o de la que muchos se vanaglorian en medio de esa mitología de la infamia universal que es la palabra internacionalismo en el mataburros alevoso del oportunismo revolucionario.

Yo, el supremo


Hace apenas unas semanas, a raíz de la sustitución del Ministro de Educación en Cuba, Fidel escribió en sus Reflexiones las razones por las que sustituyó al ministro y asumía la responsabilidad de esa sustitución. Si Fidel ya no es lo que era, es decir, declinó sus poderes presidenciales para que su hermano los asumiera, legitimizado en la última votación, ¿cómo es posible que un anciano enfermo y despojado de sus funciones, sustituido en sus cargos, se atribuya el derecho de mover ministros, cancelar, nombrar y decidir en las estructuras del Estado?
La duda creada por les afirmaciones en aquellas Reflexiones han sido contradichas de forma tajante por su hermano: “Raúl Castro puso punto final a la etapa de provisionalidad”, es el titular que inspiraron las palabras de Raúl en el reciente VI Pleno del Comité Central del PCC.
Raúl anuncia que las riendas del país estarán en sus manos y para blindarlo, decide “fundar” una cúpula adjunta al Comité Central con igual integración añeja y extremista con que designara la élite que desde febrero pasado, dirige el Consejo de Estado.

“Los 7 magníficos” serán el propio Raúl, acompañado por Juan Almeida Bosque, José Ramón Machado Ventura, Julio Casas Regueiro, Abelardo Colomé Ibarra, Esteban Lazo Hernández y Carlos Lage Dávila, una exquisita escalada de edades que van desde los 80de Almeida hasta los 56 de Lage, un promedio de 70.2 años de edad que coloca a Cuba bajo la visión de los viejos robles, abuelos del totalitarismo, asidos a la exclusividad de sus méritos históricos.
Exponentes de las nuevas (y patéticas) generaciones, como Felipe Pérez Roque, se confirman como excluidos. Desde el ascenso de Raúl, el Canciller ha sido relegado a un perfile menor y ahora no ha sido ascendido a miembro del Buró Político. En tanto Lage, una vez colocado entre los jóvenes dirigentes de la revolución, resucita de la marginación a la que fue lanzando en los primeros meses raulistas, para integrarse a “Los 7 Magníficos” asumiendo el rol de sus 56 años de edad.
La muerte, según los místicos, rosacruces y mahometanos, es un estado mental y no físico. Por supuesto que Fidel está muerto hace bastante ya. Ahora su hermano lo ha sepultado definitivamente.
Para quienes se aventuraron a la fallida esperanza de imaginar cambios positivos con el ascenso de Raúl, les dejó un teléfono celular, un DVD, la habitación del hotel más caro del mundo en Varadero y 300 delincuentes salvados del paredón a cambio de fusilar los pensamientos de otros tantos.
Lo demás son retrocesos peligrosos. La marcha de las momias de la revolución en un alarde retrógrado que rescatar los peores puntos sobre las íes.

jueves, abril 10, 2008

Declaración de Concordia


Un grupo de cubanos residentes fuera de Cuba, de todas las tendencias políticas, hace un llamado para el entendimiento y la negociación.

Los que subscriben esta declaración, cubanos o de origen cubano residentes en el exterior del país, deseamos dar a conocer a la ciudadanía residente en Cuba los siguientes criterios, sentimientos, esperanzas y convicciones sobre la realidad cubana actual y sobre su futuro:
• Abogamos por la paz, la reconciliación y la concordia entre todos los cubanos.
• Nos negamos a seguir alimentando el odio y el resentimiento recíprocos que han engendrado en la historia nacional, de forma cíclica, violencia y fratricidio,
• Por una amnistía que incluya a los cubanos de todas las orillas políticas e ideológicas.
• Abogamos, en suma, por una renovación en espíritu de toda la familia cubana para el comienzo de una nueva Era de paz y prosperidad. El conjunto de cubanos residentes en Cuba y en la diáspora formamos una sola nación y debemos trabajar juntos para levantar al país.
• Entendemos que concordia cubana significa asegurar la convivencia entre todos los hermanos de la patria común sobre la base del respeto a las diversas perspectivas y credos. De ningún modo deberá admitirse que tales diferencias puedan obstaculizar o amenazar esa convivencia.
• No deberá aceptarse, bajo ninguna circunstancia, discriminación alguna basada en diferencias raciales, económicas, culturales, de sexo u orientación sexual, ideológicas, religiosas u origen nacional.
• Ningún cubano deberá ser privado, por razón de su nacionalidad, de los derechos y accesos a instalaciones y lugares que en el territorio cubano disfruten los turistas extranjeros, o a comprar, vender o alquilar bienes básicos, como una vivienda y un auto.
• Ningún cubano, resida o no dentro de Cuba, deberá ser privado de la posibilidad de invertir sus recursos en su propio país mientras haya un empresario extranjero gozando de ese derecho.
• Deseamos un orden que lejos de frenar el potencial creador del ser humano, lo libere de ataduras y lo estimule para generar riquezas y abundancia en todo el país, sobre todo cuando se trata del trabajador cubano, célebre por su hábito de trabajo, su nivel de capacidad productiva y su ingenio en generar recursos. No queremos un orden que tienda a generar igualdad en la miseria, sino, por el contrario, un estado general de riqueza en condiciones de igualdad de oportunidades, y derechos económicos y sociales.
• Ningún cubano residente actualmente en nuestro país deberá ser despojado de aquellos bienes que actualmente utiliza para vivir, como es el caso de viviendas y pequeñas parcelas agropecuarias, por los eventuales deseos de reclamos de restitución de antiguos propietarios, independientemente del derecho a una justa indemnización. Tampoco deberá suprimirse el disfrute de beneficios colectivos en esferas sociales como la educación y la salud, sino que por el contrario, esos beneficios deberán ser aumentados y asegurados.
• No nos anima un espíritu de rapiña o despojo, sino de ayuda desinteresada en el mejoramiento y reconstrucción del hogar común.
• Asimismo, nos pronunciamos contra todas las restricciones que obstaculizan el libre movimiento de los cubanos residentes dentro y fuera del territorio nacional, sean por la política del Estado cubano o los cubanos residentes dentro y fuera del territorio nacional, sean por la política del Estado cubano o impuestas por otros gobiernos, en particular el de los Estados Unidos, medidas que dificultan a los cubanos residentes en el exterior viajar a su país de origen, le impiden el acceso o relocalización en su patria, o hacen artificialmente costoso el enviar remesas u otros medios de ayuda y las que obstaculizan el acceso a la información y la comunicación telefónica o por correo electrónico con sus familiares y amigos en Cuba.
• Nos pronunciamos por métodos pacíficos para el logro de los ideales plasmados en esta declaración, a través del diálogo y el libre intercambio de las ideas, convencidos de que sólo la evolución de la conciencia ciudadana nos puede conducir a un orden de armonía, reconciliación nacional y de respeto a todos los derechos fundamentales.
En este año se conmemora el XXX aniversario de las conversaciones humanitarias que en 1978 culminaron con la libertad de más de 3,600 presos políticos y una apertura a mayores contactos familiares entre los cubanos en la isla y los que radican en el exterior. Proponemos nuevas conversaciones de naturaleza humanitaria - bajo reglas mutuamente convenidas- que puedan constituir un primer paso hacia el porvenir que merece nuestra Nación.

viernes, marzo 07, 2008

Cuando aterroriza el francés


El presidente francés Nicolás Sarkozy advirtió el miércoles a las FARC que si dejan morir a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada hace seis años, no saldrán de la lista de terroristas.
"Hay algo seguro: si Ingrid Betancourt no es liberada en un marco humanitario nunca saldrán de la lista'' de terroristas, dijo el miércoles el mandatario francés en una entrevista con el programa "Primera Línea'' del canal colombiano RCN.
Me asombra que un presidente francés sea capaz de avizorar que las FARC dejarán de ser terroristas con sólo liberar a Ingrid Betancourt. ¿No sabe Sarkozy que hay más de un millar de secuestrados en manos de las FARC con una situación grave como Betancourt y que tienen el mismo derecho a la libertad que ella? ¿Que más de cuatro décadas de terrorismo consistente y continuado, miles de muertos, desplazados, secuestrados, masacrados, niños reclutados por la fuerza, robados, asesinados, violaciones, balones de gas explotados en locales públicos, autos bomba, tráfico de cocaína, poblaciones rurales masacradas son el expediente terrorista de las FARC? ¿Con sólo liberar a Ingrid basta entonces para dejar se definirlos como terroristas?
Estas declaraciones de Sarkozy son un acto de vanidad, autosuficiencia e indolencia que considero muy condenables e inaceptables, muestra del desprecio galo por los auténticamente latinoamericano.
Que liberen a Ingrid Betancourt como a todos los demás, con el mismo derecho y el mismo reclamo mundial. No hay unos secuestrados más secuestrados que otros.

jueves, marzo 06, 2008

Una resolución cantinflera


Cada vez que Correa pasa por Caracas, cambia de opinión. La pataleta chavista lo pone nervioso y se apresura a radicalizar sus posiciones.
Para que Correa haga un gobierno de valor en Ecuador, tiene que soltarse de la sombra de Chávez, porque le prende el paisaje en un dos por tres. A estas alturas del ridículo, Correa debe estar maldiciendo al personaje y diciéndose, “a este tipo hay que cortarle la lengua porque me va a meter en candela”.
Evidentemente, el acuerdo firmado en la OEA no acusa a Colombia ni pone en tela de juicio sus argumentos al no nombrar una comisión revisora sino simplemente turistas que van a los dos lados de la frontera a oír lo que les cuenten que pasó. Un delicioso cantinfleo en el mejor estilo de estos cónclaves internacionales.
Quedan las pruebas de las computadoras sobras las que Insulza, tan insulso siempre, ha insinuado sus dudas porque esos discos duros pueden desatar los demonios de una verdad en la que todos creen, al menos en la intimidad de la almohada, pero que no se atreven a revelar.
Si se prueba la complicidad de esos gobiernos de la izquierda ultraderechista de Latinoamérica, ¿con qué nos vamos a quedar para argumentar odios antiestadounidenses?
Es que para la propaganda general, aliarse a Uribe es acercarse a Bush y eso no se lo perdonarían latinos y europeos, por pura tradición. Entonces es mejor seguir diciendo lo mismo, con tibieza y claroscuros, para parecer idiotas por un lado y no delatarse "uribistas" por el otro.
Yo prefiero aliarme a los colombianos, un pueblo que, cerca del 90%, aplaude el ajusticiamiento del terrorista y traficante Raúl Reyes y apoya a su presidente constitucional. Lo demás es un disparate.
El silencio es las estrategias para ir dejando de un lado la respuesta de Hugo Chávez al conflicto. Nadie, hasta ahora, se ha atrevido a defenderla, ni Correa, que es mucho decir. La mejor ayuda que los chavistas pueden darle a su payaso presidencial, es el disimulo para que se escurra por debajo de la puerta antes de que la verdad le corte de un hachazo la cabeza.

lunes, marzo 03, 2008

La desnudez de los chacales


Moviéndose hasta ahora con el cuidado de un elefante en una cristalería, el presidente ecuatoriano Rafael Correa acaba de echar su cautela por la borda al protagonizar un episodio de poca credibilidad y mucha vergüenza diciendo “digo” donde dijo “Diego” tras una evidente reprenda del venezolano Chávez por el suceso con Colombia y el ajusticiamiento del segundo hombre de las FARC.
Correa sabía lo que había desde que el presidente colombiano Alvaro Uribe lo telefoneó para informarle sobre las acciones del ejército colombiano.
Es más, el campamento de las FARC a 1,800 metros dentro de territorio ecuatoriano, un campamento fijo de permanencia, no era desconocido por Correa, como tampoco desconocía las “vacaciones” que Raúl Reyes pasaba en casa de sus hijos en Quito, ni las acciones de apoyo que su Ministro de Seguridad, Gustavo Larrea, le brindaba a las FARC en territorio colombiano colocando en las zonas de penetración de la narcoguerrilla colombiana, mandos militares obedientes y cómplices.
Correa mantenía contactos con Manuel Marulanda (Torifijo) y con el mismo Raúl Reyes a través de Larrea para coordinar espacios de distensión, liberación de rehenes (como “el hijo del profesor Moncayo o algo así”, dice un informe sacado de la computadora de Reyes) con la finalidad de aupar su publicidad y la del venezolano Chávez.
Pero el sábado pasado (1 de marzo), Uribe habló con Correa que respondió con comprensión y cautela al saber que tropas y helicópteros colombianos cruzaron la frontera y en tierras de Ecuador, se llevaron el cadáver de Reyes y de un narcoguerrilleros más, junto a todos los archivos y computadoras con informaciones relevantes.
Entonces llegó el show de Hugo Chávez, que a miles y miles de kilómetros del lugar de los hechos, en la frontera contraria (pues Colombia está entre Venezuela a un lado y Ecuador en el otro) movilizó tropas, helicópteros, tanques, lanzó epítetos contra Uribe, habló (otra vez) mal de EEUU y se cogió el lío para él como un chiquillo majadero que no lo dejaron entrar en el juego de pelota.
Ridículo.
Y, por supuesto, regañó a Correa por su pasividad ante los hechos haciendo que el presidente ecuatoriano armara de pronto, sin ton ni son, su titingó. Cerró embajadas, movió tropas, insultó a Uribe, botó al embajador y exigió.
Como para que el circo se completara, el pobre Daniel Ortega desde su Nicaragua (tierra de piñatas y violaciones de menores) alzó su voz, habló de guerra, de Uribe, de EEUU, es decir, de lo mismo, aunque a este tipo de poca monta, peón hasta de su sombra, nadie lo toma en serio.
Una pregunta ha surgido, inquietante por cierto, ¿y cómo es que el boliviano se ha quedado callado? Ya sabemos que Evo Morales no dice nada por él mismo, pero ¿es que tiene demasiada candela encendida dentro de su propio feudo?
Para todo el espectro político y social colombiano, para el pueblo colombiano que hace apenas semanas protagonizó la mayor marcha global contra las FARC, para el gobierno de Uribe y para cualquier ser humano con uso de razón, más importante que la pataleta de Correa o Chávez es el ajusticiamiento de Raúl Reyes, uno de los hombres más buscados por la policía internacional por actos de terrorismo, comercio de menores para uso sexual, secuestros, extorsión, masacres, narcotráfico.
Y esa extensa documentación capturada por el ejército colombiano (parte de la cual fue leída por el general Oscar Naranjo, jefe de la Policía de Colombia, que puede verse en el periódico El Tiempo, de Bogotá y que incrimina vergonzosamente a los gobiernos de Caracas y Quito) prueba la ingerencia y complicidad de Chávez y Correa con las FARC, a la que debía contestar el mundo con una dosis de legitimidad, de honestidad y de justicia.

Intercambio humanitario, otra vez “oro por espejitos”


Raúl Castro, a quien no se le ha atribuido jamás una frase ingeniosa, una idea con lucidez o un acto imaginativo (con la sola excepción de aquella narración culebrona cuando en su discurso sobre el caso Ochoa, contó que durante un descanso en la reunión del Consejo de Estado para aprobar el fusilamiento del general, se miró en el espejo del baño “y dos lágrimas corrieron por sus mejillas” – antológico-) acaba de reafirmar su mediocridad con el remake del intercambio de prisioneros, tomado de la actualidad colombiana.
Tirofijo y sus matones de las FARC, pretenden un intercambio “humanitario” en el cual ellos liberan a los secuestrados y el gobierno colombiano libera a los narcoguerrilleros presos.
Hermoso, sobre todo porque es un doble premio para las FARC: Yo te entrego criminales procesados por delitos graves de lesa humanidad y tú me dan a esos civiles que secuestraste y mantienes en cautiverio bajo condiciones extremas y abusivas sin que hayan cometido un solo acto que justifique el encierro.
Es decir, mil inocentes a cambio de miles de criminales. La cuenta no da. Aunque le duela al presidente francés y su cruzada a favor que Ingrid Betancourt, enferma y apresada por las FARC por pura conducta terrorista y extorsión, pero que es una más entre los miles de secuestrados en una historia del horror izquierdista contemporáneo que constituye un problema general y no un marketing de bondades individuales.
Ahora, cuando el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, durante su visita a La Habana le propuso a Raúl Castro la liberación de los disidentes enfermos presos, el nuevo presidente cubano (ja-ja) salió con la idea de intercambiarlos por los 5 espías condenados en EEUU.
Es el mismo perro con distinto collar.
Te doy a decenas de personas presas por pensar y expresar sus ideas pacíficamente, y tú me devuelves a 5 agentes que espiaron para un gobierno extranjero y participaron en la información y logística de crímenes premeditados. O sea, otra vez inocentes por criminales.
Es la misma falta de creatividad con que conformó su “nuevo” gabinete presidencial: Los “placatanes” al poder.
¿Es que al “chino” no se le ocurrirá jamás una idea original?

miércoles, febrero 13, 2008

La mentira repetida


La inteligencia cubana está confirmando su esencia. Cuando en 1973 fui víctima de un performance parecido (heredado del mea culpa de Heberto Padilla), ya la fórmula se estaba acabando. Desde entonces lo sabía y me lo reafirmaron espectáculos posteriores de evidente alevosía.
Primero, el juicio a Arnaldo Ochoa, su arrepentimiento y aceptación con recursos del peor teatro, incapaz de convencer a nadie. Luego, aquellos encuentros de la Escuela de Periodismo de Universidad de La Habana alrededor de 1995, cuando olas de estudiantes renunciaron a sus carnets de la UJC y plantearon francamente sus desacuerdos y desavenencias con la conducta estatal.
Todo fue “saneado” con los mismos recursos de una publicidad sin competencias, sin retroalimentación y que no intentaba vender absolutamente nada, sino la simple respuesta sin convencimientos colocada como disciplina militante más que como intención profesional de persuadir a todos de lo contrario.
El video del encuentro de Ricardo Alarcón con estudiantes del Instituto de Informática no merece el menor comentario respecto de lo que allí sucedió. Las críticas de los estudiantes, digno ejemplo de ingenuidad porque no vivieron los encuentros críticos de finales de los 80 por ejemplo, o porque ven un “cambio” en los reclamos de Raúl Castro, o perciben que “ahora las cosas son distintas”, son irrelevantes ante las respuestas de Alarcón, que con 49 años en la cúpula suprema del poder cubano asumiendo las mayores responsabilidades de política doméstica e internacional, no sabe de nada, absolutamente nada mientras recuerda que su padre no tenía dinero para mandarlo a vacacionar a Varadero o fabulando sobre qué pasaría si el mundo entero decide volar y no hay cielo que albergue a la vez tantos aviones en el aire. Dicen que días después de este encuentro, su esposa falleció no se sabe de qué, o es que fue la vergüenza de estar casada con semejante ignorancia en pantalones.
Lo curioso ha sido el remake del mea culpa acostumbrado cuando el más crítico de los estudiantes, Eliécer Avilas, fue presentado en la tv. cubana admitiendo su fe revolucionaria y su obediencia a las conductas, luego de que circuló en la prensa internacional que había sido apresados por las fuerzas de la policía política. Dijo que no, que jamás, que eso es guerra mediática contra la revolución y sus tres días desparecido y denunciados por su madre, fueron causa y consecuencia de un dolor de muelas.
Lo otro es el desmentido de Marilín Bobes en el periódico cubano Juventud Rebelde sobre la supuesta huída de Silvio Rodríguez hacia tierras chilenas. Sigo creyendo que el anunciado exilio de terciopelo de Silvio fue cierto, un plan en tránsito pero apresurado que acabará consolidándose en Santiago o en otra de sus blandas metrópolis donde la democracia lo acoge como uno más (Ciudad México, Madrid, Buenos Aires) y donde mantenerse al margen de los odios exaltados ante un cambio radical en su país.
La confirmación de la realidad de esas noticias es, justamente, la negación explícita y bufonesca de los voceros gubernamentales en Cuba. A estas alturas, 49 años después de transitar el mismo camino político, los mismas ardides ideológicos, la misma propaganda burda y el da capo sostenido, se precisan dos neuronas lúcidas, solo dos, para saber que detrás de las negaciones ha estado el halón de orejas, la amenaza policial o el chantaje.

martes, febrero 12, 2008

Obama, Cuba y el Che


Este corte de Fox 26 New, de My Fox, sobre Barack Obama, fue realizado en una oficina de activistas de la campaña del candidato presidencial estadounidense. Aunque el escenario no es su cuartel general de campaña, la imagen es suficientemente explícita como para tomar distancia y reflexionar sobre quiénes son los activistas del candidato Obama, cuáles sus inclinaciones y sus aspiraciones ideológicas.
Entren a la siguiente dirección y comprueben que hay motivos para pensar que detrás del candidato pueden existir pretensiones peligrosas.
http://www.myfoxhouston.com/myfox/pages/Home/Detail?contentId=5700252&version=1&locale=EN-US&layoutCode=VSTY&pageId=1.1.1

miércoles, enero 30, 2008

¿Habrá un caso que me de más pena?


Ahora resulta que Silvio, el trovador, torció camino y se perdió del Morro. La última noticia de su residencia en Santiago de Chile, que anunció la Agencia de Prensa chilena el 27 de diciembre pasado, y que ahora ha salido en un matutino dominicano, es una de las más felices noticias que he recibido.
Nuestro admirado trovador ha decidido poner pie en Polvorosa y mudarse para la tierra de los Parra, Víctor Jara y Salvador Allende. Allí tiene amigos, su mejor público posible, amplias posibilidades de mercadear su música y una plaza libre de gran acceso global.
No sería nada extraño. Los artistas vienen y van por el mundo y en definitivas, fijan su “residencia en la Tierra”. El ha preferido el socialismo light del cono sur occidental.
Pero Silvio, que ya a inicio de los años 70, en pleno período gris cubano, pedía a sus novias latinoamericanas (República Dominicana incluida), que le enviaran aquellas famosas camisas de finas rayita azules y cuello “chino” con las que resplandecía en los pobres escenarios de su Isla, y que le compraran colonias imperialistas que reenvasaban en frascos de medicinas para mandárselas a La Habana, ahora sacrifica con su espíritu solidario y humano la felicidad vital en su patria socialista (¿socialista o bolivariana o martiana?, no recuerdo) para marcharse a vivir a Chile imitando el glorioso internacionalismo del Che Guevara y de los mismo chilenos comunistas, miles de jóvenes escapados de Pinochet que se fueron exiliados a Cuba y al ver que aquello estaba duro de verdad, seis meses después se mudaron a la Europa occidental y placentera, donde el socialismo se bailaba mejor.
La noticia demuestra una sabia y vieja conclusión marinera: “Cuando el barco se está hundiendo, las ratas se escapan”
Nunca he creído en las esperanzas que muchos avizoran con Raúl Castro al mando en Cuba. Los únicos Castro que sonaron bien fueron los hermanos de la famosa orquesta. Sin embargo, este exilio trovadoresco fue lo que nunca creí vivir.
Después de complacer a Fidel Castro cuando le pidió “El terco” en el escenario del Kart Marx y de aplaudir en el “parlamento” cubano todo lo que se dijo allí durante años, este cantor poético, sublime versador de canciones complejas, comprendió que el barco se hundía y que le estaba cogiendo demasiado tarde, y decidió torcer camino y perderse del Morro.
¿Habrá un caso que me de más pena?

Silvio Rodríguez ahora quiere mudarse a Chile
SANTO DOMINGO, 29 enero 2008 - A través de un breve comunicado, emitido desde La Habana, el trovador cubano Silvio Rodríguez señaló su deseo de radicar en Santiago de Chile, a partir del año este año.
“Desde hace años que me había planteado este desafío, de invadir América desde el sur. Esto por los fuertes lazos de cariño que tengo con el pueblo chileno, por la gran cantidad de buenos amigos que hay en esas tierras y la gran posibilidad -cual vikingo- de invadir América desde el sur", señaló el artista.
Rodríguez viviría indefinidamente en Chile, y espera concretar la realización de dos nuevas producciones, las que serían grabadas entre Santiago y La Habana.
Además de apoyar a "la gran cantidad de jóvenes trovadores latinoamericanos, que necesitan de un apoyo importante", indicó Rodríguez.
El trovador también tiene otros proyectos contemplados, uno de ellos es la musicalización de una película chileno-española que dirigirá Pedro Almodóvar.
"Trabajar con Almodóvar, sin duda que es un desafío monumental y súper humano". Hace unos meses que Silvio fue a cantar a Chile y siempre ha manifestado el amor que siente por ese país.