Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



miércoles, marzo 11, 2009

Embargo sí; sin embargo, no.

Al final de la tarde del pasado martes 10 de marzo, el Senado estadounidense dio señales evidentes de cordura cuando aprobó el nuevo paquete de estímulos, pendiente de la administración Bush, conjuntamente con la modificación de las disposiciones especiales sobre Cuba que el gobierno republicano precedente había dictado.
Las modificaciones sobre Cuba dejan sin efecto las últimas restricciones sobre remesas, frecuencia de viajes, límites de dinero para gastar en la Isla y venta de medicinas y alimentos, lo cual le da al gobierno de Obama una dimensión más justa de cómo la política exterior de EEUU asume su trato con el gobierno de los Castro.
Ahora los cubanos en EEUU podrán ir a Cuba una vez al año, podrán gastar hasta 175 dólares durante sus viajes y podrán enviar remesas de hasta 300 dólares, una vez cada tres meses.
Las ventas ya establecidas de alimentos y medicinas no deberán ser pagadas por Cuba antes de embarcarse en puertos estadounidenses, sino antes de desembarcarlas en puertos cubanos, lo que le da un margen de pagos de una semana más, el tiempo que demora el viaje desde costas de EEUU a La Habana.
Se mantiene la negativa a los créditos a Cuba, totalmente lógico y consciente frente a un país que es el segundo más endeudado del mundo y con un célebre historial de “mala-paga”. Y los viajes a Cuba siguen siendo ilegales, aunque al no habilitar fondos federales para vigilar la violación de esa ley, los cubanos podrán viajar a la Isla sin temor a las represalias, no así las agencias de filibusteros cubano-americanos que, coqueteando en ambas costas, ganan aquí y allá organizando tours de cubanos a su país porque, al fin y al cabo, puede dictarse la disposición de sancionarlos por violar las legislaciones. Un riesgo que preferirán no correr.
Lo mejor de esta aprobación es la señal de que, con ella, Obama ofreció garantías de que las medidas sobre Cuba no revertirán la política estadounidense hacia la Isla. Las pretensiones de suspender el embargo, promovida por comerciantes, congresistas, cubanos exiliados y la mitad indolente latinoamericana, no parece convertirse en realidad. Una garantía moral, no de otra índole, para quienes mantenemos la afrenta de soportar medio siglo de dictadura con cómplices por todos los lados y con un feroz bloqueo interno dentro de Cuba, del que no hablan ni exigen los demás.
El reciente informe titulado A Second Chance: U.S. Policy in the Americas presentado por Diálogo Interamericano, refleja las opiniones de los miembros de esa organismo, encabezado por el ex presidente chileno Ricardo Lagos. Ellos consideran que Barak Obama debe levantar el embargo sobre la Isla para mejorar sus relaciones con Latinoamérica. O sea, que EEUU debe acercarse al resto latino del continente de modo unilateral (¿de quién es la urgencia, de quién la necesidad, para quién los beneficios?) y debe quitar el embargo porque esa es una condición que imponen los gobiernos cómplices de los Castro.
Un mensaje vergonzoso para quienes hemos sufrido medio siglo de tiranía cubana y que nos distancia, cada vez más, del resto de las naciones semejantes en una región tan elemental para las traiciones.

viernes, marzo 06, 2009

Obama: Gardeo cuerpo a cuerpo

Los cambios recientes en el gobierno cubano riman con la decisión, insólita, de que el presidente venezolano Hugo Chávez, autoriza a su colega brasileño, Lula Da Silva, a interceder por Caracas en sus conversaciones con Barak Obama durante su próxima visita a Washington.
Son movidas curiosas. Por ejemplo, el chileno José M. Insulza, Secretario General de la OEA, declaró públicamente, por vez primera, que está dispuesto a accionar por el reingreso de Cuba a esa organización, que ya sabemos, sirve para muy poco. Mientras que el canciller español Moratinos, un hombre tan elementalmente proclive a mostrar sus amores con La Habana, se apresuró a reunirse con el nuevo canciller cubano para confirmar que el partido sigue igual.
Las presiones de un grupo de congresistas y empresarios estadounidenses a favor de las relaciones con Cuba, es la otra pieza del juego.
Nadie toma en cuenta que sólo en el año 2007, llegaron remesas por 240 millones de dólares procedentes de EEUU a Cuba; ni hablan del incremento de la represión bajo el mandato de Raúl Castro, cuando las detenciones arbitrarias a los activistas pro-democracia han aumentado 5 veces en el último año, pasando de 325 en 2007 a 1.500 en el pasado 2008. Nadie recuerda que Cuba ocupa el segundo lugar en el ranking mundial de las naciones más endeudadas y que ha suspendido los pagos al Club de París desde 1988, al que le debe 29 mil millones de dólares; tampoco dicen que sólo en el pasado año, EEUU vendió 710 millones de dólares en productos agrícolas a Cuba, convirtiéndose en el tercer socio comercial de la Isla caribeña.
Son cifras curiosas. Demuestra que Cuba intensifica su régimen dictatorial y abusivo mientras que ya, de hecho, EEUU constituye un sostén económico importante para la Isla. A pesar de que a La Habana no le otorga créditos, no sólo Washington, sino más de medio mundo, por una razón elemental en el comercio internacional: No paga.
Pero ahí va la encerrona. ¿Es que han visto en Barak Obama una personalidad débil, fácil de manipular? Al menos es la experiencia de Cuba durante los gobiernos demócratas de EEUU durante los últimos 50 años (Kennedy, Carter, Clinton).
Los tanteos de acercamiento de Chávez y Raúl Castro; el liderato regional de Lula y las anunciaciones de la OEA y la UE coinciden en dibujar un escenario edulcorado frente a las decisiones tensas en estos momentos, en Washington, sobre las relaciones con Cuba.
Cuidado Obama, el gardeo es como en el baloncesto, cuerpo a cuerpo.

miércoles, marzo 04, 2009

La última reflexión: Estoy entero como el picadillo

Pongamos en claro las cosas. No está bien que medio siglo después, sigamos con la ingenuidad de creer sólo en lo que vemos. San Pedros a la criolla tras 50 años de resurrecciones.
La reflexión de Fidel Castro sobre su participación decisiva en las destituciones en el gobierno cubano, es una “pataleta infantil”. La tontería de explicar que él lo sabía, que era consciente y, aún más, que fue consultado y protagonista de las decisiones, lo demuestra.
El anciano desmemoriado dice ahora que “La mayoría de los que fueron reemplazados nunca los propuse yo. Casi sin excepción llegaron a sus cargos propuestos por otros compañeros de la dirección del Partido o del Estado. No me dediqué nunca a ese oficio”, y basta recordar aquel nombramiento de Pérez Roque publicado en la prensa cubana, que decía textualmente, “el Comandante en Jefe y Presidente del Consejo de Estado, compañero Fidel Castro, quien presta una especial atención a la política internacional, ha propuesto a la Dirección del Partido y al Consejo de Estado la designación del compañero Felipe Pérez Roque, Diputado a la Asamblea Nacional y miembro del Consejo de Estado, para ocupar el cargo de Ministro de Relacdiones Exteriores…”
La percepción general, y creo que inequívoca, es que Raúl Castro tomó el poder eliminando a los “bastones ejecutivos del anciano enfermo”. Ya lo había dicho. El cinismo acostumbrado de Fidel (¿recuerdan cuando dijo que Cuba tenía las prostitutas más sanas e ilustradas del mundo?, ¿o cuando aseguró que el humo contaminado de las guaguas soviéticas envenenaba a los cubanos?) llega ahora a asegurar en una frase lapidaria, que “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”, refiriéndose a Carlos Lage y a Felipe Pérez Roque.
Es una traición cruel hacia quienes personalizaron su ausencia y se ocuparon de ponerlo de cuerpo presente en el vacío que dejó en la dirección del país.
Yo creo que ahora sí que Fidel Castro no cuenta para nada. Pero esa percepción había que curarla pronto, evitando las elucubraciones sobre la división de grupitos de poder dentro del gobierno de Cuba, “la gente de Raúl y la gente de Fidel”, cosa que, por demás, tiene una vieja historia.
Raúl comenzó a tomar espacios desde el juicio contra el general Ochoa y los hermanos La Guardia. Ahí se “desmerengó” el MININT y Raúl hizo prevalecer el poder de quienes estaban, hasta entonces, en un plano menor, los guardias de las FAR, segundones frente a la relevancia, el confort y la altanería de los “segurosos” del MININT.
Ahora, después de asumir el cargo de jefe del Estado cubano, Raúl acaba de dar el puntillazo final, desarticulando al grupo que le quedaba a su hermano y haciéndose de las decisiones y de las perspectivas que, como se ve, son peores, representan un paso atrás, el regreso de los placatanes.
Fidel ha publicado esta reflexión (¿escrita por él?, ¿escrita por otros?, ¿ordenada por él?, ¿ordenada por otros para evitar los susurros inevitables sobre la división de fuerzas?) para mantenerse en el juego, para marcar su posición al bate, para tratar de pitchar un ining más. Y a propósito, acabó la reflexión pasando “de palo pa’rumba” y de las destituciones se viró para el béisbol, Leonel Fernández mediante, ¡lo último que nos faltaba!

martes, marzo 03, 2009

Cambios y predicciones. Raúl pinta a Cuba de verdeolivo

Han pasado 24 horas, se enfrían los ánimos y, como de costumbre, tras la tempestad la calma, porque no va a trascender ninguna otra información descollante desde La Habana durante un tiempo largo, hasta que se aplaquen las olas.
Raúl Castro hizo la jugada que estaba esperando. Desarticuló el anillo de su hermano, los que le aplaudían sus reflexiones, y salio de ese escollo en su camino. Era hora.
Por qué. Bueno quizás Fidel está cada vez más fuera del juego, o ya no siquiera está. Es una posibilidad. Por ejemplo, que se rumore que lo vieron caminando por Jaimanita me recuerda la novela brasileña Roque Santeiro, donde aparecía el fantasma del protagonista para conservarlo de la ausencia total.
El vicepresidente Carlos Lage, un personaje que nunca se soltó de su apariencia gris y sólo la percepción general le daba protagonismo; el canciller Felipe Pérez Roque, realmente sin una sola pegada en la simpatía nacional, ni pública ni gubernamental, por su obediencia absoluta y su actitud lombrosiana (y a pesar de sus “triunfos” en la ONU y en la Comisión de os Derechos Humanos), y el ministro José Luis Rodríguez, ascendido por Fidel desde los tiempos del “desmerengamiento del campo socialista” para articular una economía infuncional que lo ha seguido siendo aún más, son la muestra fehaciente de que este fusilamiento de Raúl ha estado dirigido al círculo de su hermano para el control el país, los bastones ejecutivos del anciano enfermo. Lo certifica “Chomy”, un personaje de mucho poder por su cercanía a Fidel desde su actividad como secretario del Consejo de Estado. Pero hay muchos más. Nombrar al tristemente célebre Ramiro Valdés en el control del frente de “batalla de ideas” que tenía Otto Rivero (quien está loco de atar, bajo tratamiento psicológico, tan enfermo mental como su batalla de ideas) es la anunciación elemental de que la batalla de ideas ahora sí que va a ser una verdadera batalla… a tiros.
El control ha pasado a manos de militares de las FAR y el MININT, todos fieles al círculo raulista. Es decir, el “Chino” se acaba de hacer del poder verdadero, ahora asume la presidencia del país y no antes, cuando fue nombrado. Creo que esos han sido realmente, los motivos de esta jugada.
Qué podemos esperar. Por ejemplo, el nuevo canciller nombrado, que tiene antecedentes militares, es un personaje conocedor de las relaciones La Habana/Washington, por tanto, su designación ha sido oportuna porque muchos se esperanzan en que se produzca el acercamiento de Cuba con los EEUU, tímido quizás, pero que no sea esta vez boicoteado como antes, cuando Kennedy con los cohetes, cuando Carter con Angola y cuando Clinton con las avionetas de Hermanos al Rescate, que ha sido siempre la jugada fatal de Fidel.
Yo presumo un alejamiento cubano (que no una confrontación por evidente praxis financiera) de Venezuela y un giro hacia Brasil, con el regreso del sostén ruso a estas alturas. Ese es el camino más posible de Raúl Castro. Más Correa que Evo Morales y, por supuesto, Nicaragua no tiene ningún peso en esta historia, mucho más ahora que el gordo Alemán vuelve a enseñar las uñas frente a la galopante desmoralización interna y externa de Ortega. Por ahí irían los tiros.
Praxis, de eso han acusado a Raúl los optimistas. Y sí lo creo, pero en otro sentido. Sólo como estrategia para mantener su poder y control total, mucho más en manos de los viejos recalcitrantes de la ortodoxia revolucionaria, que regresaron a sus pedestales de poder con la mano en la culata de la pistola, prestos a hacer callar la disidencia, las opiniones y triturar al que se mueve de la base.
Por otra parte, se pudiera entender una lectura entrelíneas que predispone a Cuba al acercamiento con EEUU. Los movimientos son varios, desde empresarios y congresistas estadounidenses, hasta parte del exilio cubano haciéndole el juego, toda una marea en consonancia con las expectativas creadas por el populismo de Barack Obama.
Si no me equivoco, vamos a ser testigos más temprano que tarde, de ese entendimiento a medias con los resultados previsibles: Por un lado, levantamiento de las restricciones para remesas y viajes, apertura del intercambio comercial, acceso a créditos blandos y revisión (que no suspensión) del embargo. Ya veremos modificaciones en la Ley de Ajuste Cubano, lo que aplauden quienes se pasean hoy por la I-95 pero sufrirán quienes sigan, desesperados, montándose en una balsa. Una división de intereses y exaltación del egoísmo que Cuba ha sabido aprovechar a su favor.
Del bando contrario, es decir, desde Cuba, podemos esperara la liberación de un grupo notable de presos políticos, que siempre son carne de negociaciones; también el ablandamiento del control estatal para la pequeña empresa privada nacional, bajo estrictos controles, negocios mínimos rodeados de impuestos y traspiés de modo que no puedan crecer más de lo permitido. El famoso “premiso de salida del país” pudiera ser revisado y dictado bajo nuevas normas más expeditas. Puede abrirse algún espacio a la religión (un espacio en la radio, por ejemplo en Radio Taíno) y permitir el turismo controlado y bajo méritos ganados, de cubanos hacia el Matto Grosso o la Kanchatka.
Si las negociaciones EEUU/Cuba funcionan, sobre todo las facilidades crediticias, Raúl tendría en sus manos la posibilidad de mostrar un incremento en el abastecimiento alimenticio a la población (quizás volver a los niveles de inicios de la década del 80), lo que ofrece un espejismo muy impactante dentro de la hambruna nacional. Y, dentro de ese ambiente, no viene mal un poco de “circo” con el intercambio cultural, académico e intelectual entre las dos naciones (concierto de Steve Wonder en el Kart Marx, por ejemplo y a propósito del apoyo de Wonder a Obama).
Nada más. Porque el resto no es negociable. Ni libertades ni legitimaciones de la oposición. Ni independencias de movimiento ni aperturas. Ni, por supuesto, cambios sustanciales más allá de estos que anunciaron ayer, el rompecabezas del poder eterno por 50 años más de dictadura. Nada de elecciones libres, nada de opciones distintas al poder. Y todos contentos con las apariencias, los exiliados positivistas, congresistas demócratas, buró político del Partido Comunista Cubano, altas esferas del control militar y la inteligencia castrista, doctores, sociólogos, filósofos, roqueros y poetas de esa dulce izquierda universal.