No me sorprende el anuncio de Emigración, una nueva
alternativa oficial cubana que, bajo el manto de la democracia socialista que se
inventaron en La Habana, pretende constituirse en un medio (¿solo electrónico?)
de acercamiento entre “todos los cubanos” sin distinciones de países de
residencias, credos ideológicos, religiosos, posiciones políticas y toda ese
collar de apelativos incumplidos a los que nos tienen acostumbrados.
Como una extensión del proyecto “Intercambio cultural”, la
nueva revista suma a su nómina a viejos amigos de la prensa cubana de aquí y
allá que, por ser ellos, denota sin disimulo la tendencia de la publicación.
Con la dirección electrónica www.emigración.com (así, con acento y
todo), la nueva revista que nació casualmente este 26 de julio está dirigida
por Luis Sexto, un capaz periodista con quien compartí las aulas universitarias
y que su carrera ha estado marcada por oficiar como vocero de un sistema
político que él ha intentado dibujar de correcto, apoyándose en su buena prosa
y en sus sagaces manipulaciones intelectuales. Lo que, lejos de rechazar,
admiro, por inamistoso y antagónico que me resulte (su trabajo, no Luis).
Además, tengo en su lista de colaboradores a otro viejísimo
amigo. Pedro González Munné. Me reservo mis consideraciones y algún adjetivo
fuerte para presentar a este periodista que fue y no de la prensa oficial,
botado y rescatado y vuelto a botar por la inteligencia cubana pero que, al parece,
finalmente lo han vuelto a reconquistar por su aprovechable ubicuidad.
Hay alguien más conocido. La buena de Angela Orama.
Experimentada periodista de temas seudo-light que ha sabido bañarse y guardar
la ropa en el comprometido medio periodístico cubano. También es bueno reencontrarla
desde aquellos años lejanos de Juventud Rebelde.
Lo curioso es que
Emigración tiene sus oficinas en 251 Valencia Avenue, #253, Coral Gables. Una sede muy
cercana como para tomársela en juego. Además, leerla implica un pago en dólares
y disponer de Internet, algo que para los cubanos de la isla resulta un poco
difícil.
En su presentación citan la conocida frase de Martí: “Por una nación con todos y por el bien de todos”. Al pobre Apóstol vuelven a acudir utilitariamente a no ser que esta sea, lo que ya intuimos imposible, una revista abierta, democrática y plural en vez de otro caballo de Troya.
En su presentación citan la conocida frase de Martí: “Por una nación con todos y por el bien de todos”. Al pobre Apóstol vuelven a acudir utilitariamente a no ser que esta sea, lo que ya intuimos imposible, una revista abierta, democrática y plural en vez de otro caballo de Troya.