Blog de Luis G. Ruisánchez (2da. EPOCA)



miércoles, marzo 31, 2010

Oho, oho-oho-oho, el canto de cisne de las Malvinas

Cuando en abril de 1982 el conflicto armado por las islas Malvinas enfrentó a argentinos y británicos, el único triunfador fue la dictadura militar que, desde la Casa Rosada, maltrataba a diestras y siniestras la libertad y la democracia de sus ciudadanos.
Fue una buena jugada de la Junta Militar argentina. Hundida en medio de una repulsión nacional e internacional, con miles de crímenes a cuestas, se jugaron la carta de exaltar el nacionalismo al costo de la muerte de más de 650 argentinos, que combatieron para que sus compatriotas se olvidaran de la tiranía y se alinearan con sus esbirros en el orgullo nacional. Una suerte de fútbol patriótico que los fanáticos aclamaron desde las gradas de su maltratada realidad.
El episodio ha sido recordado con ese sabor del heroísmo y la vanidad nacional, pero con la estratificada sensación de saberse víctimas de una manipulación sagaz.
Más o menos lo que vuelve a suceder ahora. Con el nuevo aniversario de aquella guerra que reclama aún la justa independencia de las Malvinas, la presidenta argentina Cristina Fernández prometió dar “una batalla profunda, cultural, diplomática y política en todos los frentes” para recuperar la soberanía de las islas.
Ya Argentina no tiene una junta militar dictatorial. A cambio, tras varios episodios de gobiernos lamentables, el matrimonio Kirchner se ha apoderado del país y, entre el macho y la hembra de la pareja, estarán casi una década en la Casa Rosada.
El resultado final ha sido lamentable. Enriquecimiento voraz, desastre financiero de la nación, manejos turbios de la economía, endeudamiento y dependencia de gobiernos externos, es decir: Venezuela, desde la campaña electoral hasta hoy.
Pocos creen aún en la pareja rampante. Nadie en el mundo confía en la maquillada mandataria que gasta millones del presupuesto en su make-up invariable y en las más sublimes marcas de la moda internacional.
Las Malvinas vuelve a ser hoy, como en 1982, un ardid del camuflaje político, una estocada a la inconformidad ciudadana por los gobierno en matan o encarcelan opositores, o matan y encarcelan economías.

martes, marzo 30, 2010

Coco Fariñas:

"El gobierno cubano me ha dado la posibilidad histórica de demostrar ante el mundo cómo se asesina a un oponente político".

sábado, marzo 27, 2010

El documento inverso o la vergüenza de los sicarios

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) ha enviado el documento titulado “En Defensa de Cuba”, con versiones en español e inglés, a sus amigos y asociados dentro y fuera de la Isla, para que se sumen firmándolo.
El documento enviado por email está rubricado por Pablo González Casanova, Víctor Flores Olea y Ana Esther Ceceña e incluye una dirección de Internet (http://www.porcuba.org) a la que se puede accesar para su firma.
En esa web aparecen, hasta el día de hoy (26 de marzo, 2010), un total de 6,436 firmas con algún que otro nombre conocido como Jorge Sanjinés, Thiago de Mello, Frei Betto y Alfonso Sastre, pero la sorpresa no está en estas firmas elementales y previsibles sino, y sobre todo, en la ausencia de conocidos y tradicionales simpatizantes de la dictadura cubana en España, México y del resto de Latinoamérica.
De República Dominicana las 19 firmas no ofrecen sorpresas. Ver a Chiqui Vicioso, Víctor Víctor y Hamlet Herman junto a los inefables Narciso Isa Conde y Koldo Campos Sagaseta, certifica que cualquier asomo de talento no necesariamente tienen que enlazarse a la vergüenza y la dignidad. Es una rara mezcla de versos y bachata con terrorismo y narcoguerrilla.
De todos modos, los acostumbrados chantajes de la política exterior cubana, que extorsiona a sus personeros en Santo Domingo o Madrid para que sigan firmando sus atrocidades a cambio de vacacionar en Varadero, una beca en la Universidad de La Habana, un cheque para sus correrías políticas, un aplauso y un libro en Casa de las Américas o un tratamiento gratis en el hospital Hermanos Amejeiras, o ardides más sublimes como un video de su bacanal con mulatas cubanas, sexo, drogas y alcohol en una habitación del hotel Habana Libre, suelen mantenerlos presos de sus pecadillos de ocasión y firman estas atrocidades aguantando la respiración y cerrando los ojos, como quien espera una inyección de penicilina.
La carta espontánea que ha conseguido más de 40 mil firmas voluntarias en el mundo, con nombre célebres y antiguos rehenes de la tiranía cubana, acusando a la dictadura de los Castro por la muerte de Zapata, es una bofetada global y digna incomparable e inmensamente mayor que estos documentos alevosos de inventa La Habana, tan viejos y gastados, en los que ya nadie cree, aunque se vea obligado, pobrecito, a firmarlo.

viernes, marzo 26, 2010

Coco Fariñas:

"A las dictaduras se las condena y aísla"

Crimen en Kilo 5. Carga con tu pesa’o

Cuando de joven me iba a subir lomas a la Sierra del Rosario, al oeste de la ciudad de Pinar del Río, la más occidental de Cuba, pasaba frente a los muros incógnitos de la cárcel Kilo 5, un recinto de extrema seguridad donde, junto a los criminales, llevaban a los disidentes políticos condenados y a los contrarevolucionarios confesos.
Poco a poco, Kilo 5 se convirtió en una de las tristes referencias de la dictadura cubana y Pinar del Río salió en la prensa mundial no por sus célebres vegas tabacaleras y la nobleza campesina de su gente.
Mientras me iba a las Sierras de Sumidero, al Valle del Potrerito o al Cerro de Cabra, porque “subir lomas hermana hombres”, dijo José Martí, muy cerca, tras lo lúgubres muros de Kilo 5 pateaban reos, morían de hambre y golpizas o languidecían en duras jornadas de trabajo diario durante años, condenados por profesar una idea disidente.
Lo recuerdo a propósito de la muerte de Julio Santos Hernández hace apenas dos días, que abandonó la vida a los 31 años de edad a consecuencia de la golpiza que le propiciaron sus carcelarios de Kilo 5, que lo amarraron, lo arrastraron a una celda vacía y lo patearon hasta fracturarle una vértebra cervical y la tráquea.
La pasada muerte de Orlando Zapata, la presente agonía en huelga de hambre de Coco Fariñas son apenas episodios de una historia de medio siglo que el mundo se ha resistido a escuchar, conspirando con su sordera y su silencio, con los tiranos de Cuba.
En una pared del famoso restaurante habanero La Bodeguita del Medio, hay una sentencia muy conocida. Allí acuden miles de turistas que se van a vacacionar a La Habana indiferente a que, a dos pasos de sus disfrutes playeros, sus bellas e ilustradas jineteras y los cabaret de salsa criolla y ron, está sufriendo un hombres, víctimas de golpes y abandono y de la conspiración de estos alegres viajeros libres del mundo.
En la pared de La Bodeguita el cartel reza: “Cada quien que cargue con su pesa’o”.
Todos esos cómplices disimulados de la dictadura cubana que aún hoy, cuando es evidente e innegable el terror sembrado por un régimen criminal y totalitario por más de medio siglo, cambian la mirada para evadir la realidad de Cuba, andan cargando con su pesa’o.

martes, marzo 09, 2010

Chávez y el desplante a Leonel

A Leonel Fernández, el presidente dominicano, Chávez le ha hecho un desplante. Parece que la luna de miel de este matrimonio se acabó hace ratos. Cuando Leonel recibió al presidente electo de Honduras, Lobo, en el Palacio Presidencial de Santo Domingo, ya la cosa andaba mal. Chávez había retirado su propuesta casi cerrada, de comprar la mitad de la refinería dominicana de petróleos, que dejó la Shell, y el gobierno caribeño se quedó en ascuas, con una mano detrás y otra delante.
Los amores estaban fríos. Nadie podría adelantar cuál fue la estocada decisiva que asesinó aquella pretendida armonía. El petróleo venezolano de Petrocaribe dejó de llegar a puertos dominicanos y el asunto pintaba mal.
Ahora, las diferencias se han visto públicas. Fernández, en esa actitud de Mesías regional que le encanta encarnar, decidió por su propia voluntad, desatar sus dotes para lo que el dominicano llama “vocación natural para el allante” y que tan bien define parte de la idiosincrasia nacional y, por supuesto, la personalidad del presidente dominicano. Y se fue a mediar por la disputa entre Hugo Chávez y Alvaro Uribe en Cancún.
¿Quién se lo pidió? En realidad eso no se sabe o si fue cosa de su creativa y propia voluntad. Lo cierto es que, tras salir de Bogotá, Chávez no recibió a Fernández, negó su mediación, la calificó de “unilateral”, dijo que no le interesaba, que no lo atendería y Leonel Fernández tuvo que regresar a Santo Domingo. ¡Qué lástima!, ¡tanto que le gusta pasear!
Ahora, Venezuela a agregado que la visita de su canciller Nicolás Maduro a Santo Domingo no fue para hablar sobre ese conflicto colombo-venezolano, como había anunciado el vocero de Fernández.
Es decir, a Leonel le cerraron la puerta venezolana en sus propias narices, lo desautorizaron, lo mandaron a callar y desmintieron sus pretensiones llamándolo poco menos que mentiroso.
Pero ese ilustre ministro de Estado dominicano, César Pina Toribia ha dicho que “aquí no pasa nada, Dominicana y Venezuela, ra-ra-rá”, tratando de apagar el fuego evidente con argumentos emotivos de latinoamericanismo trillado.
La realidad es que Chávez, que ya sabemos su disposición constante a la grosería, la violencia y el disparate, le hizo un desplante público a Leonel Fernández, a pesar de que se estrenó unos trajecitos confeccionados en París, para la ocasión.

Si Coco Fariñas muere mañana…

A quien no haya sobrevivido más de medio siglo de dictadura en Cuba, puede sorprenderle el artículo que el diario oficial Granma publica sobre el disidente Guillermo “Coco” Fariñas Hernández, en huelga de hambre.
A mi no. Es la razón acostumbrada que con total falta de creatividad para un mentiroso de tal envergadura, vuelven a usar y una y otra y otra vez, ajenos a la credibilidad de los receptores. Es simplemente la argumentación falsa en sí, evidentemente truculenta y falaz para poder decir mañana, cuando Coco Fariñas muera, que ellos lo advirtieron publicando en Granma semejantes felonías.
Ya le achacaron todos los pecados sociales hasta definirlo como delincuente común, loco y mercenario de los EEUU. ¿Es que no han encontrado algo mejor? Siempre los mismos epítetos, los mismos calificativos porque nadie que se oponga públicamente a la dictadura cubana puede merecer el mínimo respeto político, la mínima tolerancia a su conducta, el más pequeño reconocimiento a su condición de oponente. Siempre son locos, mercenarios de EEUU y delincuentes comunes.
En esta ocasión llegan al cinismo más consumado al argumentar que “Existen principios bioéticos que obligan al médico a respetar la decisión de una persona que ha decidido iniciar una huelga de hambre. Por tanto, de ningún modo puede forzársele a ingerir alimentos, como hacen cotidianamente las autoridades norteamericanas en las cárceles y centros de tortura de Guantánamo, Abu Ghraib y Bagram, en violación de los derechos de los detenidos”.
Resulta indignante ese párrafo que pretende justificar que lo dejan morir en respeto a su propia decisión y al cumplimiento de los derechos humanos cuando la huelga de Coco y el dolor de miles de cubanos presos en cárceles o en la celda inmensa que es la isla, es justamente por la violación constante y total durante medio siglo del más mínimo derecho del individuo, del más mínimo derecho a su libertad y del más mínimo respeto a su vida, metiéndolos en andadas de miserias, guerras mercenarias y la depresión moral y constante de una indigna sobrevivencia bajo la bota física y moralmente de los dictadores en Cuba.
Si Coco Fariñas muere mañana, será responsabilidad absoluta de sus asesinos.